Un año después de ganar el último de los 27 Masters 1000 que posee en estas mismas pistas, el español Rafael Nadal inició la conquista de su quinto título en Madrid con una victoria ante el estadounidense Steve Johnson, 54 del mundo, por 6-4 y 6-3 que le colocó en octavos de final. Nadal ha empezado en Madrid una lucha contra varios frentes. Vuelve a la capital española donde ha ganado los dos últimos años. Lo hace con su antigua raqueta que le da más seguridad, y a la que ha añadido medio kilo más de tensión en sus cuerdas para amarrar aún más sus golpes, y se prueba a conciencia porque necesita ganar confianza, antes de que llegue París en algo más de dos semanas.
En ese camino hacia la capital francesa, con paso previo por Roma, donde cayó en 2014 en la final contra Novak Djokovic, Rafa defiende 1.600 puntos. Acumulación de circunstancias que para otro jugador podría suponer una losa demasiado pesada, más si se tiene en cuenta que el único título que ha ganado este año ha sido en Buenos Aires, y no precisamente en temporada de tierra europea. Por eso y porque sus dos derrotas, en Montecarlo (semifinales) y en Barcelona (tercera ronda), no infunden demasiadas alegrías, Nadal jugó contra Johnson de forma segura, midiendo los golpes, ajustando todo lo posible su derecha, todavía algo errática (seis fallos en el primer parcial y cinco en el segundo), y sin la chispa y el dominio al que tiene acostumbrado a su público, que hoy llenó la central Manolo Santana (cerca de 12.500 espectadores) por primera vez en la semana. Johnson, que salvó una bola de partido contra el colombiano Alejandro González en el partido anterior, y que solo había ganado antes un encuentro en tierra esta temporada -Houston-, le sirvió de buena preparación.
Rafa fue soltando sus golpes a medida que pasaba el encuentro, encontrándose cómodo con su revés y activando sus piernas. Tres roturas, una en el quinto juego del primer set y otras dos en el segundo acto, bastaron. El estadounidense saltó a la pista con la lección bien aprendida: apretar con su servicio, usar la dejada lo más posible, y crear dudas en Nadal. Pero en este primer encuentro con el español apenas pudo jugar de la forma planeada. En menos de hora y cuarto, Johnson se despidió de Madrid. El camino de Nadal hacia la final del domingo pasa ahora contra el italiano Simone Bolelli, que venció a su compatriota Luca Vanni, por 4-6, 6-3 y 6-2. Nadal ha derrotado a Bolelli, 63 del mundo, en las cuatro veces que se han enfrentado, y en la única sobre tierra, en Roland Garros en 2012, le apabulló por 6-2, 6-2 y 6-1. Más adelante figura en la parte del español, el búlgaro Grigor Dimitrov, que venció al italiano Fabio Fognini por 3-6, 6-2 y 7-5