La Vuelta que termina el 14 de septiembre en Santiago de Compostela ofrece la mejor participación de los últimos años. A excepción del italiano Vincenzo Nibali, ganador del Tour, los nombres más ilustres han bajado al sur gaditano para aprobar el curso en septiembre.
Los focos apuntan a Froome (Sky) y Quintana (Movistar) como duelo estelar. El británico, recuperado de sus fracturas de ambas muñecas en el Tour, viene a salvar una temporada hundida desde su retirada a las puertas del pavés de Arenberg. Rodeado de un potente equipo el objetivo es el maillot rojo.
Con esa idea llega Nairo Quintana, de 24 años, ganador del Giro y de la reciente Vuelta a Burgos, dispuesto a liderar ya el ciclismo mundial. En el Movistar ya no hay debate: será el líder indiscutible y Valverde trabajará para el ciclista de Boyacá.
En un segundo frente están los treintañeros españoles, que llegan en diferentes circunstancias. 'Purito' Rodríguez (Katusha) tiene una Vuelta diseñada para él, con finales explosivos donde podrá lograr bonificaciones. En el Tour no quemó las naves y ha podido preparar la Vuelta en agosto. Retirado en el Giro, también debe aprobar en septiembre.
Alberto Contador (Tinkoff), sorpresa de última hora, es una incógnita. El madrileño también quedó KO en el Tour por una caída que le produjo una fisura en la tibia, y advierte que no llega en condiciones de pelear con los mejores, sino de optar a alguna etapa en la tercera semana. Si está en carrera, lógico es que saque a relucir sus genes competitivos.
También lo tiene claro Alejandro Valverde (Movistar), que vuelve a doblar con Tour y Vuelta. El murciano sabe que los galones ya los lleva Quintana y tendrá que ayudar al colombiano, a la vez que buscar la gloria en algún final explosivo.
Sin Horner en la salida, ya que el vigente campeón fue excluido por su equipo por bajo nivel e cortisol, la Vuelta presenta más alicientes en la nómina de participantes. Los equipos llegan con los mejores corredores, muchos de ellos para preparar el Mundial de Ponferrada, que se disputará a finales se septiembre.
Será interesante seguir al colombiano Rigoberto Urán, al estadounidense Andrew Talansky, otra víctima de las caídas en el Tour, al francés Thibaut Pinot, tercero en la "grande boucle" y top ten el año pasado en la Vuelta, y además aportarán algo más que el nombre la pareja del BMC Cadel Evans y Samuel Sánchez, Jurgen Van den Broeck, Laurens ten Dam y Robert Gesink.
¿Asomarán los nuevos valores? De ello se ocuparán, aparte de Quintana y Pinot, el italiano Fabio Aru, tercero en el Giro y el holandés Wilco Kelderman. El cambio generacional parece inminente.
La 69 edición de la Vuelta sigue fiel al modelo de "trampas" cercanas a meta que animen el día a día y metas en alto, como un sello de identidad que trata de cuidar la organización. Los contrarrelojistas deberán afinar en dos pruebas individuales que suman 46 kilómetros.
Pronto llegarán las emociones, en Arcos de la Frontera (3ª etapa), Alcaudete (7ª) y Obregón (13ª), ofrecen alicientes con repechos al final, donde deberán marcarse los favoritos, que querrán sumar segundos extras. Luego se unen a los finales en alto de Cumbres Verdes (6ª), Valdelinares (9ª), San Miguel de Aralar (11ª), La Camperona (14ª), Lagos de Covadonga (15a), La Farrapona (16ª), Monte Castrove (18ª) y Ancares (20ª), en un claro guiño a los escaladores.
No es una Vuelta para los esprinters, que apenas tendrán 4 opciones, pero no faltan los mejores. El británico Mark Cavendish será la referencia entre los velocistas, si es que ha superado la fractura de clavícula que sufrió en el Tour. Rivales no le van a faltar: Peter Sagan, John Degenkolb, Nacer Bouhanni y Michael Matthews.
Para empezar, bajo el sol jerezano, y al olor del vino color oro de la zona, se lanzarán los 22 equipos en busca del primer maillot rojo. Una contrareloj de 12,6 kilómetros llanos designará al primer líder. Hasta Santiago un peregrinaje de 21 etapas en busca de emoción y espectáculo. Es la Vuelta.