La Copa es el torneo de los porteros suplentes. Casillas, Pinto, Aranzubia, Kameni, Juan Carlos, Toño, Codina, Ustari, Zubikarai… Uno a uno, y salvo excepciones como Caparrós, los entrenadores han hecho desfilar por las porterías a los guardametas que no suelen utilizar en la Liga. Y en muchos casos lo han pagado. Los errores de los arqueros, quizás precisamente fruto de la inactividad competitiva, están protagonizando y hasta decidiendo eliminatorias coperas.
Los dos equipos de la Liga BBVA tumbados por ahora por equipos de inferior categoría lamentan los deslices de sus porteros. Cantó Karnezis en ese zapatazo lejano de Nagore que llevó el Granada-Alcorcón a los penaltis, y falló Javi Varas en la máxima pena, después de pararla, que marcó el Mago Miguélez en el cruce del Sevilla con el Racing. También pifió Riesgo en el tiro envenenado de Eliseu, pero Osasuna logró clasificarse pese a todo.
Algunos equipos de la Liga Adelante se animaron igualmente a rotar en sus porterías. Revisen las goleadas sufridas por el Girona (Jorge) y el Recre (Rubén) y juzguen… En cambio, un titular que conservó el puesto, Dani Giménez se erigió en héroe del milagro del Alcorcón. Y quizás no por casualidad. Aunque la gran proeza de la ronda, la clasificación de un Segunda B (Racing), sí se vio reforzada por la gran actuación del segundo portero (Dani Sotres), la tradición copera de los suplentes está siendo puesta en entredicho.