En una semana difícil para los aficionados del Fútbol Club Barcelona, con la derrota ante la Real Sociedad en Liga, la destitución de Zubizarreta y los constantes rumores sobre la ruptura entre Luis Enrique y Messi, Pep Guardiola ha dado un motivo más para la desazón. Uno pequeño, muy anecdótico, pero un ligero desplante hacia el club que lleva en el corazón.
Y es que Guardiola, en Qatar con el Bayern Múnich, se negó a firmar una camiseta culé tras un entrenamiento de los bávaros.
El técnico de Santpedor estaba firmando autógrafos a un grupo de aficionados que se habían acercado al entrenamiento del Bayern, en Qatar de concentración por el parón invernal de la Bundesliga. Un par de seguidores le pidieron a Pep que firmase una camiseta azulgrana, y el entrenador se lo negó y siguió firmando a otras personas.
En el mismo día, Guardiola explicó en rueda de prensa que él no se consideraba la solución para el Barcelona, otra mala noticia para muchos aficionados culés nostálgicos.