La cara de Guardiola, tras ver cómo el Bayern dejaba escapar un partido que tenía ganado a cinco minutos del final ante el City, no hacía presagiar nada bueno. El de Santpedor afirmó sentirse orgulloso de los suyos en sala de prensa, pero minutos después informaba a sus jugadores que a primera hora de la mañana habría una sesión de entrenamiento en el mismo campo en el que habían sido derrotados inesperadamente por los hombres de Pellegrini.
El Bayern, que había decidido pernoctar en Manchester, independientemente del resultado, se subió al autobús muy temprano y se ejercitó durante una hora en el City of Manchester. Una sesión en la que participaron todos sus jugadores, incluido Mehdi Benatia, que fue expulsado después de cometer un penalti que transformó Agüero. la derrota no hace peligrar la clasificación de los alemames, que ya tenían certificado su pase a octavos como primero de grupo, ya que lidera su grupo con 12 puntos, mientras City, Roma y CSKA están empatados a cinco.
Además, el Bayern es líder destacado en la Bundesliga, donde tiene una renta de siete puntos sobre el segundo clasificado, el Hertha, cuando se han disputado 12 jornadas. Precisamente contra los berlineses se medirá el sábado y quizás por ello Pep no quiere que sus jugadores se relajen. De ahí el inesperado entrenamiento de castigo tras la derrota ante el City.