Hoy a las 12:00 se producirá uno de los sorteos más esperados de la Champions en los últimos tiempos. Atlético de Madrid, Real Madrid y Barcelona estarán en los bombos que depararán los enfrentamientos de cuartos de final en los que habrá tres equipos españoles, dos alemanes, un inglés, un francés y un portugués.
El Atlético sueña con quitarse en Milán la espina de Lisboa. Simeone masticó durante toda la jornada posterior a la noche histórica el enfrentamiento ante el PSV. Cholo se encargó, de extender la gloria de la clasificación entre todos y cada uno de los que aportaron para culminar la hazaña de estar en cuartos por tercer año consecutivo. "Ha sido el esfuerzo de mucha gente", fue su mensaje de reconocimiento a su grupo de trabajo, a todos los empleados del club, a los dirigentes y, sobre todo, a la afición que respondió como nunca. O como siempre.
Juanfran Torres, héroe en los penaltis, sentenció con la fría euforia del logro que para el sorteo de mañana preferiría no jugársela con un equipo español. Ni Real Madrid ni Barça. ¿O sí? En el vestuario colchonero saben que si hay un equipo al que le tienen tomada ése es el Madrid. Y quedan cuitas pendientes de Lisboa. Así que un enfrentamiento con el vecino no sería mal visto del todo. El Barcelona, mejor para más adelante. Para una final. Del resto de rivales, el debate se ha instalado en que sería preferible un equipo ofensivo, que juegue y deje jugar (PSG, City, Benfica o Bayern) antes que otro que se cierre (Wolfsburgo). Sin embargo, las voces en el vestuario colchonero discuten esta posibilidad por dos motivos: uno, porque el Atleti es el más indigesto enemigo para cualquiera de los cuartofinalistas y, dos, porque cada vez son muchos los equipos que se cierran cuando tienen al Atleti en contra. "Hacen nuestro mismo juego. Como el PSV en los dos partidos", aseguran. Algunos, con cierta retranca, apuestan por un Real Madrid-Barcelona en el que el vecino partiría con el cartel de víctima.
En el Real Madrid ha preferido guardar silencio sobre las preferencias para el sorteo, aunque no quieren ni oir hablar de un enfrentamiento con el Barcelona. Lo que condenaría a azulgranas y madridista a medirse tres veces seguidas en un plazo muy corto de tiempo, ya que el 2 de abril se jugará el Clásico de Liga en el Camp Nou. Quien manifestó su preferencia por medirse a un rival fue Toni Kroos: "El Bayern sería un gran rival para cuartos. Hay muchas diferencias. Hay mucho nivel en las dos ligas, pero en Alemania son más agresivos mientras que en España quieren jugar más al fútbol. El nivel es muy parecido".
En Barcelona solo Luis Enrique se refirió al asunto, y lo hizo tirando de ironía: "El único rival que no quiero ver ni en pintura es el Barcelona. Por suerte creo que no nos puede tocar, así que estoy tranquilo". Mientras, su amigo Guardiola, prefiere huir del morbo que supondría ver cómo se enfrenta al Barcelona, su ex equipo, o al Manchester City, su futuro equipo.