En la que es una peligrosa y nada edificante rutina, Sergio García sigue llamando la atención por sus escándalos antes que por sus golpes extraordinarios. En el recién finalizado Abierto de Estados Unidos, el golfista español finalizó 38º y protagonizó dos escenas polémicas.

La primera sobrevino el pasado viernes. El castellonense falló el tiro de salida en el par 3 del hoyo 3 del Olympic Club en San Francisco y, airado, lo pagó con uno de los micrófonos que la televisión planta en diversos puntos del césped. García no erró a la hora de atizar con el palo al artilugio. El golpe, seco, destrozó el micro, que quedó roto sobre la hierba.

El castellonense falló un tiro de salida y, airado, lo pagó con un micrófono de la televisión

Apenas 48 horas más tarde, el Niño fue de nuevo protagonista, esta vez pasivo, de otro incidente. Así, durante la última ronda de torneo el jugador español fue increpado en diferentes ocasiones por dos espectadores no identificados, que llegaron incluso a aplaudir un mal golpe de García, según informa la web opengolf.

La situación se fue poniendo cada vez más tensa, añade la información, "con algún que otro comentario fuera de tono por parte de los seguidores". En el hoyo 14 la situación llegó al límite. Los aficionados volvieron a la carga y agotaron la paciencia del golfista de Borriol. El policía que acompañaba durante el partido a Sergio y a otro de los participantes, el inglés Justin Rose, fue advertido de lo que estaba sucediendo y tras comunicárselo a la organización esta decidió expulsar del campo a estos dos espectadores.

Sergio García se marchó el mismo domingo por la noche en avión rumbo a Colonia, donde esta semana jugará el International Open, torneo del Circuito Europeo. 

Sergio García acabó 38º, a nueve golpes de Webb Simpson, el sorprendente ganador del US Open

El golfista castellonense (+10) acabó el Open estadounidense con una vuelta de 75 golpes, en el puesto trigésimo octavo y a nueve golpes de Webb Simpson, el sorprendente ganador del segundo major de la temporada. 

Simpson logró el mayor éxito de su carrera al adjudicarse la 112ª edición del torneo estadounidense. La última jornada en el campo californiano, marcada por la niebla que volvió a dificultar sobremanera la labor de los 72 supervivientes, concluyó con un desenlace inesperado, el triunfo de un joven jugador de 26 años que está protagonizando su segundo año en el circuito PGA tras adjudicarse dos torneos en el curso de su debut.

Por detrás, Tiger Woods, que aún conservaba alguna tenue esperanza de triunfo, sucumbió a la dureza del torneo, que provocó que ni siquiera el ganador finalizar por debajo del par en el marcador global. Un pésimo inicio de jornada, con un acumulado de +6 antes de iniciar el hoyo 7, condenaron las opciones del Tigre, que deberá seguir esperando para cerrar un sequía de títulos grandes que ya dura cuatro años.