El grupo Ultra Sur del Real Madrid, que ha sido derrotado momentáneamente por Florentino Pérez, ha enviado una carta a sus seguidores en la que anuncian que van a continuar luchando “para conseguir que tengan un hueco en esta institución”. “Seguiremos, siempre fieles, le pese a quien le pese, que a nadie se le olvide”, añaden.
Denuncian que les han negado la renovación del abono a doscientos socios y “se ven en la obligación” de denunciar públicamente su situación” pues el Área Social del club les niega “cualquier aclaración”. Desconocen qué pasos se han seguido para la organización y acceso a la nueva grada de animación. El club que preside Florentino Pérez ha creado en los anfiteatros tercero y cuarto una grada joven, que se estrenó el pasado martes con el partido Real Madrid/Altético de Madrid, sin la presencia de los radicales del equipo.
Esta Grada está separada por barreras metálicas del resto de socios y fuertemente vigilada. Los ultras del club dicen que han podido comprobar cómo otras peñas y asociaciones “que sí gozan del favor institucional han lanzado un llamamiento público a simpatizantes para unirse al proyecto” de las gradas y llenar los anfiteatros.
“Somos –dicen– socios de la entidad, algunos con más de 25 años de antigüedad, y se nos niega la información. Se nos ha negado cumplir con nuestra obligación de pago de la cuota anual de socio en tiempo y forma, como todos los años, circunstancia esta gravísima llegando el Club a través de sus empleados, a trasladarnos que desconocían el motivo”.
Trato discriminatorio
Se preguntan las razones del club para tratarles de manera diferente al resto de socios y añaden que “ya está bien de tanto descrédito, de tanta difamación, y tanta hipocresía”. Se quejan de que se ha doblado la capacidad de esta nueva grada y no se han aplicado restricciones a otras peñas y sí a la suya. Recuerdan al Real Madrid que si la grada de animación pudo funcionar la temporada pasada fue por “nuestra colaboración y predisposición”. “Que nadie se lleve a engaños ¿Hay que recordar cómo todo el estadio pitaba a la grada durante el partido de Copa del Rey y contra el Real Club Deportivo Español?”, señalan.
Anuncian que van a continuar luchando con sus compañeros, que no son socios, así como con todos sus simpatizantes “para conseguir que tengan un hueco en esta institución”.
“Nuestra gente tiene el mismo derecho, podríamos decir que más aún, por llevar muchísimos años siguiendo y animando al Real Madrid desinteresadamente. Parece que tampoco le ha importado al club la lista de espera de los socios para conseguir un abono o la reubicación en el tercer o cuarto anfiteatro”.
Acusan al Real Madrid de oscurantismo y niegan que hayan revendido entradas “cuando el mismo club fomentó tal práctica al repartir entradas a los organizadores de la grada joven desde el primer partido hasta la final de Lisboa”. Se muestran dispuestos a ayudar con su experiencia a este proyecto “porque Ultra Sur es más transparente y proyecta más confianza que nunca”.
Los ultras exigen que se respeten sus derechos como socios y, a pesar de haber sido “maltratados, ninguneados, demonizados y criminalizados”, tienden una mano para que funcione la nueva grada. Y recuerdan los actuales rectores que han estado al lado de la entidad durante los últimos cuarenta años y ha conocido a presidentes, directivas, entrenadores e infinidad de jugadores. “Seguiremos, siempre fieles, le pese a quien pese, que a nadie se le olive”, terminan.