Zinedine Zidane tiene un problema con la clase media de la plantilla. Hay demasiado gallo en el corral y las oportunidades serán contadas en una plantilla en la que Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema, en punta, y Modric y Krooss, en la medular, monopolizarán la mayoría de los minutos del equipo durante la temporada.
Eso está provocando que muchos jugadores estén gestionando con inquietud esta pretemporada en la que se verán relegados a un segundo plano cuando aterricen los titulares y en la que los jóvenes del Castilla le roban minutos. Hay jugadores como Álvaro Morata que se han puesto en contacto con el club para advertir que su intención es tener minutos y que en caso de no ser contemplado como un titular quiere buscar su salida a alguno de los equipos que se han interesado por él. El internacional español sabe que comienza como un recurso alterntivo a la BBC, pero llega crecido por su buen rendimiento en la Juventus y con la Selección y no está dispuesto a ser relegado a la suplencia como cuando fue ascendido del Castilla.
Morata arranca en el banquillo, Isco no tiene sitio con la llegada de Asensio, Zidane no cree en James, Jesé se irá en breve y a Kovacic y Odegaard se les busca equipo
El canario Jesé es el primero que ha decidido buscar las oportunidades fuera y está cerca de marcharse al PSG, aunque el Real Madrid quiere mantener una opción de recompra si se va traspasado y ahí está el quid de la negocación. A Emery le gusta mucho el jugador y el futbolista quiere minutos para explotar definitivamente y no quedarse anclado en el rol de un buen recurso para revolucionar los partidos.
Otros como Isco tienen el respaldo de Zidane, que confía mucho en su talento, pero lo cierto es que no tiene oportunidades. Y con la llegada de Julen Lopetegui a la Selección, un técnico que le convirtió en el jugador franquicia de la Sub-21, espera ganar peso en la Roja. Pero eso pasa por tener minutos, y en este Real Madrid no está entre los titulares del equipo. Por lo que el malagueño está sopesando salir del Real Madrid. Hay varios equipos interesados, especialmente en Inglaterra, y el coste de la operación podría ser muy interesante para el club blanco, que ingresaría una cifra cercana a los 40 millones de euros. La llegada de Marco Asensio es una invitación explícita para que Isco salga.
James es el caso más preocupante. Zidane no cree en su capacidad de sacrifico y trabajo, porque ya demostró el año pasado no estar a la altura de las exigencias del equipo. El colombiano ha tomado la decisión de quedarse, algo que Florentino Pérez celebra porque es un activo muy importante para el club y para el presidente en su gestión en Sudámerica y, más concretamente, en una Colombia con mucho negocio floreciente. Así que el futbolista parece que se quedará, pero será la piedra en el zapato de Zizou.
A estos se suman los fichajes del presidente. Uno de ellos, el croata Kovacic, está en el mercado y se le busca equipo patra dejar su sitio al mediocentro defensivo que llegue, sea Sissoko, Matic o quien finalmente elijan. Otros como a Odegaard, el capricho de Florentino, se le busca un destino en Alemania, toda vez que Zidane no cuenta con el noruego. Esta apuesta del presidente no fue avalada por el cuerpo técnico, pero se le impuso que entrenase con el primer equipo e incluso se forzó desde la presidencia su debut, como reveló Carlo Ancelotti. Odegaard no ha acabado de justiticar ese interés de Florentino y ahora no tiene hueco en la plantilla.
Por todo esto, Zidane se encuentra con un problema de exceso de equipaje que debe ir solventando con mucha mano izquierda. Florentino ha advertido al francés que siguen trabajando en el mercado para cerrar la llegada de un 'galáctico', algo que cierra aún más las puertas a esta clase media que sestea acomodada en el Madrid. Y Zizou, que no quiere cargar con la caprichosa política deportiva de Florentino, ya ha echado pelotas fuera: “Hasta el 31 de agosto todo puede pasar”.