La alopecia es una enfermedad que tradicionalmente asociamos con los hombres pero se trata de un trastorno que afecta también a la mujer. Está comprobado que este problema afecta al 30% de la población femenina de nuestro país en algún momento de su vida y, aunque sigue siendo un tema tabú del que poco se habla, en los últimos años ha crecido enormemente las consultas relacionadas con la caída del cabello en el sector femenino.
La alopecia femenina, aunque en principio pueda parecer similar a la masculina, tiene notables diferencias, tanto en las causas que la producen como en su desarrollo. Es por este motivo por el que los tratamientos que se llevan a cabo para combatirla difieren del que se utilizan para los hombres. El aumento de la demanda de soluciones ha generado recientemente un fuerte impulso en el desarrollo de distintos tratamientos que van a ayudar a prevenir, combatir o mejorar la salud capilar de la mujer.
A lo largo de su vida adulta, las mujeres se pueden enfrentar a distintos momentos que pueden provocar una caída del cabello, bien sea gradual o repentina. El embarazo, la menopausia o momentos de estrés, como el generado en la actualidad por motivo de la pandemia, son sólo algunos ejemplos de momentos puntuales que pueden producir un incremento de la caída del pelo.
Hoy en Vozpópuli vamos a tratar abiertamente y en profundidad la alopecia femenina para ver las principales causas que la provocan así como los tratamientos más eficaces que la mujer tiene a su alcance para ponerle solución.
Las causas más comunes de la caída del cabello
La causa más habitual de pérdida de pelo en la mujer es la alopecia androgénica que afecta a un 40% del sector femenino y que tiene un origen genético. Pero hay que señalar que existen más de cien tipos diferentes de alopecia entre las que no existe una predisposición genética.
Uno de los factores más comunes son los trastornos de origen hormonal. Se puede deber a un aumento de andrógenos, a falta de nutrientes o vitaminas, a patologías como el síndrome del ovario poliquístico o a una alteración hormonal producida en fases como el embarazo o la menopausia.
No existe una edad determinada para comenzar a sufrir alopecia, se puede vivir episodios de caída excesiva en cualquier momento. Se puede comenzar a experimentarse a partir de los ocho años, coincidiendo con el inicio de la producción hormonal, se vive otro pico durante la adolescencia entre los 15 y 25 años, y finalmente otro en la menopausia, entre los 50 y 55 años. Además existen diferentes tipos de alopecia que se pueden manifestar a cualquier edad, incluso más allá de la menopausia.
Tipos de alopecia femenina
No todas las mujeres que sufren alopecia tienen un mismo patrón, y dependiendo de cómo es la pérdida del cabello, podremos hablar de un tipo de alopecia u otro. Como ya hemos comentado, la más frecuente sería la alopecia androgénica, que tiene un patrón similar a la masculina, aunque en el caso de las mujeres la pérdida de cabello es más fuerte en el área superior manteniendo generalmente la línea frontal.
La alopecia areata es un tipo de pérdida provocada por problemas en el sistema inmunitario que provoca una pérdida súbita del cabello. También existe la alopecia fibrosante frontal en la que la caída del cabello se produce como el recorrido de una diadema, avanzado de la parte frontal hacia atrás.
“Entre los trastornos algo menos frecuentes destaca la alopecia frontal fibrosante, que contiene un fuerte componente hormonal; la alopecia areata, que afecta entre el 0,1% y 0,3% de las mujeres, y el efluvio telógeno, causado por algunos factores como la Covid-19, cambios estacionales, enfermedades sistémicas, causas alimenticias o situaciones de estrés”, detalla la doctora Raquel Amaro, experta en salud capilar de la clínica MC360.
Tratamientos para combatir la alopecia
A la hora de determinar la causa de la alopecia en la paciente, será fundamental realizar un diagnóstico preciso con el fin de frenar su avance mediante un tratamiento precoz. Si no se pone solución, la alopecia seguirá avanzando paulatinamente. Es por ello por lo que cobra mucha importancia tratar la alopecia en los primeros estadios acudiendo a un especialista para que evalúe y establezca los tratamientos más convenientes para cada momento.
Insparya cuenta entre sus tratamientos con MesoHAIR, un exclusivo coctel de más de 50 vitaminas, ingredientes activos y nutrientes que equilibran y nutren el cuero cabelludo. Otra de sus opciones es el PRP (Plasma Rico en Plaquetas). En este caso, lo que se realiza en una extracción de sangre que, tras un tratamiento especial, se vuelve a inyectar en la dermis de la paciente con el objetivo de incrementar el espesor y volumen de los folículos pilosos. Este tratamiento rehabilita los folículos que están en fase de envejecimiento permitiendo que vuelvan a producir pelo con mayor calidad y resistencia.
Si la mujer presenta un cuadro más avanzado la solución ideal es el trasplante capilar. A pesar de lo que se tiene pensado, no es necesario que la mujer se rape la cabeza, ya que con obtener dos o tres tiras de las zonas donantes será suficiente, y estas se podrán disimular con el peinado. “El trasplante capilar podrá emplearse en alopecias no transitorias pero es importante destacar que no todas las pacientes son buenas candidatas para someterse a esta intervención, hay que determinar si tienen suficiente densidad en la zona donante”, indican desde MC360.
Alopecia en el embarazo
Hay otro momento en el que la mujer puede perder calidad y cantidad de cabello, que es el embarazo y la lactancia. “Esto es derivado de un descenso brusco de las hormonas. El cabello se vuelve más quebradizo, frágil, con menor grosor y sin brillo”, asegura la doctora Amira Chehade, médico de Insparya Madrid.
La mayoría de las mujeres descubren durante sus embarazos como el cabello les crece más grueso. Sin embargo, después del parto, notan como se produce el efecto contrario y comienza una pérdida de pelo importante. Este vaivén es algo de lo más natural y se debe a un proceso hormonal de reajuste. Si se cuida con los productos adecuados y de manera constante, pronto se recupera la melena habitual.
En este caso, y siempre y cuando la caída se encuentre en una fase temprana, el PRP se presenta como una opción ideal para realizarse durante el embarazo, periodo de lactancia y a posteriori, ya que, como indica la doctora, “como se usa sangre de la propia paciente, no hay sustancia externa que pueda producir efectos nocivos”.
La alopecia frontal
La alopecia frontal fibrosante es un tipo de alopecia cicatricial que es cada vez más común pero su origen aún no está muy bien definido. Tal y como indica el Dr. Roberto Castro, médico de Insparya, “este tipo de alopecia se presenta con la caída del cabello desde la parte frontal hacia detrás, como si fuese el recorrido de una diadema, provocando que el nacimiento esté poco a poco más atrás”. Esta alopecia puede ir avanzando lentamente durante unos años y luego estabilizarse de forma espontánea.
Es una alopecia que suele producirse principalmente en mujeres cercanas a la menopausia, ya sea antes y, sobre todo, después de que esta se produzca. La detección precoz es fundamental a la hora de tratar esta patología, ya que, con un diagnóstico temprano se puede prevenir la caída del cabello y la cicatrización. Según el Dr. Roberto Castro, “uno de los primeros signos de este tipo de alopecia es la caída del cabello de las cejas, especialmente de la zona final”. Otro de los síntomas puede ser la aparición de lesiones en las sienes, como rugosidades en la zona frontal de la línea de cabello.
En unos primeros estadios, esta alopecia se podrá frenar gracias a tratamientos médicos que disminuyan la inflamación del folículo piloso. Si la enfermedad se encuentra en un estado más agudo, será necesario el uso de corticoides. También es conveniente realizar tratamientos como Mesoterapia capilar o PRP. “Es importante recalcar que estos tratamientos tienen como objetivo estabilizar la alopecia, ya que no es probable que esta mejore”, asegura el Dr. Castro.
Otra solución en estos casos de alopecia es el trasplante capilar pero para llevarse a cabo se tiene que haber tratado anteriormente el proceso inflamatorio y tener en cuenta que el nuevo pelo puede perderse con el paso de los años, especialmente si se produce un nuevo brote. También podemos recurrir a la tricopigmentación (coloración de las calvas) para disimularlas y conseguir una imagen más homogénea.
La caída del cabello en tiempos del coronavirus
La caída excesiva de pelo es una de las secuelas que provoca la Covid. Esta patología se conoce como efluvio telógeno agudo y es un efecto temporal que se ha observado que afecta más a las mujeres y que suele resolverse a medio plazo. La caída puede aparecer hasta tres meses después de haber cursado la enfermedad y se debe a que el folículo deja de crecer y entra en periodo de reposo. Además el estrés emocional y físico provocado por la incertidumbre de nuestra vida actual es, ya de por sí, un factor para desarrollar una caída de pelo.
Tarda entre tres y seis meses en recuperarse por completo
“Es un proceso transitorio que tarda aproximadamente entre tres y seis meses en recuperarse por completo", explica la Doctora Cristina Morante, directora médica de la clínica MC360. También está comprobado que los pacientes que han sufrido la enfermedad de forma más grave viven este efecto secundario de manera más aguda.
La alimentación será un factor clave a la hora de tratar este trastorno y potenciar el crecimiento del cabello. “Será fundamental llevar una alimentación sana y equilibrada. Lo más recomendable será realizar una analítica completa en búsqueda de carencias para suplementar nuestra dieta con alimentos o con suplementos nutricionales de vitaminas, como la vitamina D, que no es posible corregir solo con alimentación”, subraya la especialista.
Otras recomendaciones para fortalecer el pelo y evitar su caída es mantener el cuero cabelludo sin picores, caspa o exceso de grasa, para que el folículo pueda desarrollarse sin problemas. También es importante seguir los hábitos de higiene y cepillado habituales para ayudar a desprender el pelo que está a punto de caerse y que el nuevo crezca antes.
Soluciones domésticas para combatir la caída
Además de los tratamientos de medicina estética que ya hemos visto, también existen soluciones más cercanas que son recomendables para los casos más leves de caída de pelo y que buscan fortalecer el cabello. Un ejemplo es el casco regenerador de Redenhair que cuenta con 80 diodos para frenar la pérdida capilar y promueve el desarrollo de los folículos pilosos para que el cabello crezca sano y fuerte gracias a su terapia de luz infrarroja.
Este sistema aumenta la producción de colágeno y contrarresta la acción de los radicales libres responsables del envejecimiento capilar. Está aprobado por la FDA y la Comisión Europea y además es muy cómodo de usar ya que no es necesario sujetarlo con las manos, es inalámbrico, ligero, flexible y duradero. Es eficaz para todos los tipos de pérdida capilar, es un buen complemento para después de un trasplante capilar y también se puede utilizar durante el embarazo.
El 80% de los pacientes logran aumentar el grosor del cabello después de medio año de tratamiento y solo hace falta utilizarlo dos veces por semana con sesiones de 20 a 30 minutos. Entre sus resultados también se encuentra el control de la producción de grasa, caspa y toxinas y además mejora la microcirculación en el cuero cabelludo.
Otra tecnología futurista es el cepillo regenerador capilar de la misma marca. Actúa difundiendo infrarrojos que son capaces de mejorar la circulación sanguínea y acelerar el metabolismo. También utiliza micro-vibraciones que generan un masaje mientras se dosifica un líquido regenerador que promueve el crecimiento capilar y protege la salud y brillo del cabello.
Babé nos propone probar su loción anticaída, un producto muy concentrado que fortalece, protege y revitaliza la raíz del cabello. Su alto contenido de activos estimula la fase de crecimiento del pelo, regula el exceso de grasa y activa la oxigenación y circulación capilar.
Nuestra última recomendación es el champú The Organic Revitalizing de la marca My Organics. Se trata de un producto que mejora el espesor y la densidad del cabello gracias a una combinación de ingredientes botánicos activos que actúan para contrarrestar la pérdida de cabello y estimular su crecimiento, volviéndolo más fuerte, sólido y brillante. Después de tres meses de tratamiento la pérdida del cabello se reduce hasta un 60%.
Lo más importante es ponerse en manos de profesionales que analicen nuestro caso, determinen el tipo de alopecia que sufrimos y nos aconsejen el mejor tratamiento para detenerlo o revertir sus consecuencias.