Aunque no te des cuenta, los colores que tienes a tu alrededor te influyen más de lo que piensas y consiguen alegrarte o entristecerte. Los colores nos influyen de manera inconsciente así que si aprendemos cómo afectan a nuestro estado de ánimo, pensamientos y emociones, podremos utilizarlos a nuestro favor y mejorar nuestra forma de afrontar la vida. Algo fundamental en estos tiempos de cuarentena por coronavirus en el que no nos viene mal un aporte extra de optimismo.
La influencia de los colores en el estado físico y mental es mucho más importante de lo que piensas. Las antiguas civilizaciones ya eran conocedoras de estos beneficios y utilizaban los efectos de los colores para diferentes tratamientos y rituales. Da igual la época y el continente, desde los indios americanos a la China imperial, pasando por griegos, egipcios o tibetanos, son numerosas las muestras del uso de los colores que se han usado desde tiempos inmemoriales.
En el siglo XXI, gracias a los avances gigantescos en el campo de la medicina, podría parecer que este tipo de terapias han desaparecido o han quedado obsoletas. Al contrario, han conseguido perdurar hasta nuestros días adaptándose como un complemento a los tratamientos médicos.
Todo esto de lo que estamos hablando tiene un término, la colorterapia, que se define como el uso terapéutico de los efectos producidos por el color en el organismo. Esta teoría se basa en que los colores irradian una energía que emite vibraciones. Estas vibraciones no sólo afectan a nuestros ojos sino a todo el organismo y, como consecuencia a nuestras emociones.
Cada uno de los colores tienen unas propiedades diferentes a nivel mental, emocional, físico y espiritual. Desde Vozpópuli os vamos a explicar en qué consisten todas ellas y cómo podemos aprovecharlas en algo tan cotidiano como en la selección de la ropa y los accesorios que podemos utilizar en cada momento del día.
Rojo, perfecto para hacer deporte
El color rojo está asociado con la energía ya que es un tono que nos motiva y nos anima a hacer cosas. El estímulo no sólo afecta al estado de ánimo, sino que está comprobado que activa la mente al incrementar la circulación sanguínea lo que produce que los nutrientes lleguen más rápido al corazón y al resto de nuestros órganos.
Por este motivo el rojo nos da vitalidad y fortalece la fuerza de voluntad. La confianza que nos aporta nos hace creernos invencibles así que es perfecto para usarlo en nuestra ropa de deporte porque nos ayudará a rendir al máximo.
Naranja: el color antidepresivo
El naranja es el tono más efectivo para combatir los estados de ánimo tristes y el cansancio. La razón de ello es que es un color que asociamos al sol y al amanecer, por lo que nos transmite de manera inconsciente una sensación de esperanza, armonía y la idea de que existe un camino por recorrer.
Además de este aporte de optimismo y vitalidad, es un color que se asocia a las ganas de comunicarnos y sociabilizar. Si necesitamos unir lazos con la gente que nos rodea, el naranja será el color que nos ayude a romper todas las barreras.
Amarillo: nuestro aliado en el estudio
Al amarillo pone a la mente y al cuerpo en estado de alerta porque es capaz de activar nuestro sistema nervioso. Este estado nos hace estar más atento a lo que nos rodea y hace trabajar más rápido a nuestro cerebro lo que favorece el aprendizaje. Este tono nos ayuda a concentrarnos y asimilar nuevos conocimientos por lo que nos ayudará de manera importante si tenemos que estudiar. Ahora ya sabes la razón de que el subrayador favorito para tus apuntes sea de este color.
Además del estudio, el amarillo es un color que asociamos rápidamente a la felicidad, al optimismo, a la vitalidad y al humor.
Verde: el color para relajarnos
El verde es un color capaz de rebajar el ritmo cardíaco y respiratorio por lo que se le recomienda a personas muy nerviosas o hiperactivas para calmarse y crear un ambiente más tranquilo y armonioso.
Se sabe que el verde calma los nervios, aplaca la ira y desarrolla nuestra capacidad de ser empáticos. Así que si necesitamos urgentemente crear un espacio de paz y tranquilidad, el verde es color al que debemos recurrir.
Azul: lo mejor para combatir el insomnio
El azul nos recuerda de manera inconsciente al vientre materno por lo que consigue estimular nuestra paz interior. Es un tono que transmite paz y tranquilidad y los estudios demuestran que es capaz de reducir la presión sanguínea por lo que es perfecto para combatir el estrés y el insomnio.
Elige un pijama azul, o duerme entre sábanas de esto color, y te ayudará a dormir más fácilmente porque notarás que desaparece el cansancio mental, la sensación de soledad y que tu cuerpo y mente se van relajando poco a poco.
Violeta: para nuestros momentos artísticos
El violeta es el color más espiritual y el que se asocia con la imaginación y la creatividad. Es un tono que hace que tu mente desconecte del mundo, desarrolla la intuición, y hace que florezca tus talentos artísticos más ocultos.
También es un color que ayuda a enfrentarnos a los cambios, combate la ansiedad y ayuda a combatir los miedos y fobias que podamos tener.
Rosa: para alimentar el amor
El rosa es el color que asociamos rápidamente a todo lo relacionado con el amor y el romance por lo que debemos de recurrir a él para los momentos en que necesitemos de mimos y cuidados por parte de nuestra pareja ya que activa la calma y la dulzura.
Como nota curiosa, los expertos dicen que el rosa reduce el apetito, quizás sea el color que más debas usar si has decidido ponerte a dieta.
Aunque nosotros hayamos asociado la colorterapia a la moda, ya sabes que los efectos de los colores puedes trasladarlos a otros campos como la alimentación o la decoración. Seguramente ahora estarás más atento a los colores que nos rodean, por ejemplo los tonos en los que se pintan los hospitales o los que se usan en los uniformes de algunas profesiones.
