Su Majestad se reunió este viernes en primer lugar con los ganadores de las pasadas ediciones de los premios de la Fundación Princesa de Girona y doña Letizia optó por ponerse uno de esos aburridísimos trajes de chaqueta grises y tristes que tanto acostumbra a llevar en sus citas mañaneras. El pelo optó por llevarlo rizado, ya que el día anterior lo había llevado liso en su cita con Michelle Obama.
Después de esta reunión Letizia se cambió de ropa y apostó por llevar un vestido negro de cóctel que se lo hemos visto en una infinidad de ocasiones ya que iba a entregar, junto a su marido, los premios que otorga esta fundación.
Lo bonito del vestido reside en su escote asimétrico y que se ha convertido en un auténtico comodín para los actos de tarde noche de la monarca. Al final, igual que hacemos las plebeyas, la Reina tira del socorrido negro para apostar sobre seguro cuando se oculta el sol. Lo más llamativo de su look fueron los pendientes de brillantes largos, preciosos, y su pelo recogido ( por la mañana lo llevó ondulado así que supongo que su peluquera lo habrá aprovechado para hacerle uno de esos recogidos con textura que suelen gustarle bastante).
Lo que no me gustó es que completará su petit robe con unas sandalias con un escote parecido al del vestido. Demasiadas asimetrías y ya sabéis que no soporto esas combinaciones tan perfectas de las que a veces abusa Letizia. Mucho mejor hubiera ido con los salones de Prada. En la mano, una cartera negra de tela.
Como podéis ver vosotros mismos, la Reina ha cerrado la semana un poco sosa, podría haber aprovechado el 'efecto Michelle' para ponerse algún vestido con algo más de color. Parece que tras poner toda la carne en el asador con la esposa de Obama, se ha relajado en un acto patrio.
