Raphael, de 73 años, tuvo que salir del paso como pudo ante los gritos y quejas de una parte de sus fans que se sintieron estafados por el cantante.
Varios de sus incondicionales seguidores pagaron 85 euros para ver la presentación de su nuevo álbum ‘Infinitos bailes’ en primera fila. En vez de eso, fueron relegados a la segunda planta de la sala y a palcos, según publica ‘El Confidencial’, mientras la prensa y el público invitado pudieron verle y escucharle desde la primera planta.
Pero la cosa no queda ahí, sino que el cóctel y la cena, que estaba incluida en el precio, también resultó ser un timo. Según señalaron a la publicación algunos de los perjudicados sólo degustaron unos escasos tacos de jamón y unas empanadas de atún.
Por ello, nada más comenzar el concierto, el cantante fue recibido entre quejas y abucheos de estos fans enfadados que gritaban: “¡Esto es un timo ¡Un timo” o “¿Dónde está la cena? Encima nos han puesto en los pisos de arriba!”.