Con motivo del 80 cumpleaños de la reina Sofía, Pilar Eyre ha escrito en su blog sobre la madre del rey Felipe VI. La escritora comienza relatando el momento en el que los reyes eméritos dejan de dormir juntos para hacerlo en camas separadas en el año 1976 cuando se encontraban en Barcelona, tras venir de ver la ópera de Wagner ‘Los maestros cantores’.
“Se alojan en el palacete Albéniz, Juan Carlos acude a la habitación matrimonial muerto de sueño desanudándose la pajarita, pero un ayuda de cámara lo detiene: ‘Perdón, majestad, su habitación está en este lado’. Extrañado, mira a Sofía, que se dirige sin pronunciar palabra al que había sido su dormitorio común hasta ese momento. Separada por un saloncito, un despacho y dos cuartos de baño, han preparado otra alcoba para el Rey. El mayordomo informa, apurado: ‘Así lo ha dispuesto la Señora’. Juan Carlos se encoge de hombros y se va a su nuevo y solitario dormitorio. ¡Desde ese día el matrimonio separó habitaciones y nunca más volvieron a dormir juntos!”, escribe la periodista.
La reina Sofía pilló al rey Juan Carlos con otra mujer
El motivo fue que tres semanas antes la reina Sofía “había sorprendido a su marido con otra mujer. Una duquesa consorte. En una finca de caza en Toledo, donde se presentó sin avisar con sus hijos. Tocaron el claxon y como nadie respondía, Gaudencio, el conductor, dio media vuelta para regresar a Madrid cuando Felipe gritó: ‘¡Mira, mamá, es Moro!’, el pastor alemán del que don Juan Carlos no se separaba jamás”.
Entonces “la Reina bajó del coche, golpeó el portón, apartó al dueño, esquivó a los de seguridad, subió las escaleras, dio un manotazo a una puerta y vio… dos rostros muy juntos y una falda escocesa que estaba donde no debería estar”.
En Barcelona, el rey emérito tenía al menos ”cuatro amistades particulares”
Pilar explica los motivos que provocaron que la reina no estuviera a gusto cuando se encontraba en Barcelona. Lo primero de todo porque el emérito tenía, por lo menos, ”cuatro amistades particulares”. “Una bellísima millonaria, amiga de la infancia de esta periodista, con la que se veía en una casa de la Vía Augusta. Otra, una extranjera con pisazo en Barcelona, emparentada por matrimonio con el mismísimo Rey. Otra más, morena bajita y graciosa, sobrina de una condesa, que ahora reside en América, y una cuarta, de mucho renombre, viuda, tan poco discreta que aireaba cómo eran las prendas íntimas de la Reina (recatadas)”.
Esta misma ciudad ha sido donde se producían los encuentros con Corinna. “Con ella compartía un apartamento en la clínica Planas, viviendo por primera vez como persona normal: se metía en la pequeña cocina para preparar una bandeja con ‘puñetitas’ (la palabra es suya) para acompañar su whisky diario”.
También en Barcelona “se sometía a tratamientos ‘antiaging’ (solo externos, pues de “lo otro”, según su amigo Manuel Bouza, sigue funcionando muy bien), se abastecía de ropa interior (siempre calzoncillos blancos) en Bel y el peluquero Iranzo le embellecía la zona capilar. Son razones muy poderosas para que la Reina no le tenga simpatía a esta ciudad”.
La reina Sofía, humillada por su marido
A pesar de ello, la abogada y feminista Magda Oranich asegura que siempre que han querido contar con la madre del rey para iniciativas en favor de los animales, “ha venido de inmediato, e incluso nos ha reñido porque no la llamamos más a menudo”. Después escribe Pilar: “También aplaudió la decisión del parlamento catalán de prohibir las corridas de toros, ya que es antitaurina, como su hija Cristina, vegetariana como ella”.
El rey Juan Carlos sobre Sofía: “Cállate, ¿no ves que esta tonta se lo cree todo?”
A punto de cumplir 80 años, Pilar Eyre describe a la reina emérita como una persona con “rígidas convicciones morales” que la llevaron a reprochar a su sobrina María Zurita que recurriera a la inseminación artificial: “Una familia no se crea así”).
También destaca de ella que es una persona generosa, “cedió su parte de la herencia paterna a sus hermanos”; y que ha sido “humillada por su marido privada y públicamente”. La periodista escribe: “Un testigo me contó que el Rey le espetó furioso a Pitita Ridruejo, que le estaba hablando a la Reina de las apariciones de la Virgen en Garabandal: ‘Cállate, ¿no ves que esta tonta se lo cree todo?’”.
La reina Sofía siempre ha mostrado su lealtad a la Corona a pesar de todo lo que ha vivido. “Cuando la periodista francesa Françoise Laot le preguntó cómo querría pasar a la historia, Sofía respondió “¡Eso de pasar a la historia es demasiado pretencioso! Me gustaría que los que me han conocido dijeran que he sabido cumplir con mi tarea y he sido útil al prójimo, nada más…”. Y nada menos, Señora”, finaliza Pilar Eyre.