El pasado lunes, la familia real volvía a sufrir un duro golpe. Juan Gómez-Acebo, sobrino del rey Juan Carlos, fallecía a los 54 años tras meses luchando contra un cáncer. Una pérdida que tenía lugar apenas cinco meses después de la repentina muerte de Fernando Gómez-Acebo, hijo pequeño de la infanta Pilar.
Un día después, Juan Gómez-Acebo era incinerado en la localidad mallorquina de Sóller antes de ser trasladado a Madrid, donde sus cenizas reposarán en el panteón familia del cementerio de San Isidro, junto a los de sus padres, la infanta Pilar y Luis Gómez-Acebo, y los de su hermano Fernando, fallecido el pasado 1 de marzo a causa de una insuficiencia respiratoria.
Aunque en un primer momento se dijo que el entierro tendría lugar este mismo jueves, fuentes cercanas a la familia han confirmado un cambio de planes. Así, los Gómez-Acebo han preferido posponer la despedida a Juan para facilitar que todos aquellos que quieran darle el último adiós puedan estar presentes.
Así, han decidido que la misa funeral en su honor se celebre a mediados de septiembre. Será entonces cuando amigos y familiares se reúnan para acompañar a la familia. Entre ellos, previsiblemente, estará el rey Felipe quien, de haberse celebrado el funeral este jueves no habría podido asistir por tener programado un viaje a República Dominicana para asistir a la toma de posesión de su presidente; y el rey Juan Carlos, que tendrá tiempo para organizar su viaje desde Abu Dabi.
Al igual que sus hermanos, Juan Gómez-Acebo tenía una estrecha relación con su primo, Felipe VI, y su tío, el rey Juan Carlos, quien, según aseguran, está muy afectado por la muerte de su sobrino.
El rey Juan Carlos “muy dolido” por la muerte de su sobrino, Juan Gómez-Acebo
Aunque instalado a miles de kilómetros de España desde que hace cuatro años se exiliara voluntariamente en Abu Dabi, el rey Juan Carlos sigue muy unido a los suyos.
Así lo pudimos ver hace unas semanas cuando asistió a la misa funeral en honor de Fernando Gómez-Acebo que se celebró el 8 de abril en la Catedral Castrense de Madrid. Una reunión familiar a la que también acudieron los reyes Felipe y Letizia, la reina Sofía y las infantas Cristina y Elena, quienes, previsiblemente, también estarán presentes en la despedida a Juan Gómez-Acebo el próximo mes de septiembre. Una dura pérdida que ha afectado mucho al Emérito.
Así lo han desvelado fuentes cercanas al entorno del rey Juan Carlos a 'Monarquía Confidencial', que aseguran que “está muy dolido con esta pérdida”. Una triste noticia que recibía lejos de España y de su familia, y de la que se enteró por boca de una de sus personas de máxima confianza, su hija, la infanta Elena.
Según el citado portal, todavía no está confirmada la presencia del rey Juan Carlos en la misa funeral por Juan Gómez-Acebo, aunque aseguran que “su deseo es estar presente”. Algo que el cambio de fecha hace que sea más viable. Y es que, según lo planeado, el rey emérito regresará a España a finales de septiembre para participar en las regatas que se celebran en Sanxenxo entre el 27 y el 29 de ese mes. Un viaje que podría adelantar unos días para poder despedirse de su sobrino, y volver a reunirse con toda su familia.
Fue el pasado 15 de julio cuando, tras una estancia de seis días en la localidad gallega, el rey Juan Carlos emprendía viaje de vuelta, al parecer con destino Ginebra, donde aseguran que ha pasado parte del verano. Un regreso que adelantaba, supuestamente por petición directa de Zarzuela, para evitar coincidir en Galicia con los reyes Felipe y Letizia, que ese día visitaban la Escuela Naval de Marín junto a la princesa Leonor.