Cayetana Rivera, más conocida como Tana, tiene a todo su entorno pendiente de su salud. La hija de Fran Rivera y Eugenia Martínez de Irujo ha vuelto a sufrir un desmayo, y lo preocupante es que no es la primera vez que esto le ocurre.
La joven, de 20 años, acudió a la Goyesca de Ronda el pasado 31 de agosto con su padre y su novio, Quique González de Castejón. Allí, mientras estaba disfrutando de las corridas, se desvaneció de pronto.
Tana tuvo que ser evacuada del recinto en camilla y trasladada a la enfermería de la plaza. Acompañaron a la joven su novio y su padre, y posteriormente solo Francisco regresó a la plaza.
Tres desmayos seguidos
Afortunadamente todo quedó en un susto y Tana se recuperó a la hora, pero lo cierto es que este no es el primer desmayo que sufre Cayetana.
En abril de este año, la joven sufrió un nuevo desvanecimiento, y como consecuencia tuvo que ser ingresada en una clínica.
Su madre, Eugenia Martínez de Irujo, se vio obligada a cancelar sus vacaciones de Semana Santa por este incidente, que finalmente quedó en un nuevo susto. No obstante, antes de aquel desmayo ya había tenido otro cuatro meses antes.
El estado de salud de Tana Rivera
A pesar de que Tana ha sufrido tres desmayos desde diciembre, los médicos le han hecho pruebas y parece no haber razón alguna que lo explique. Al menos eso es lo que aseguran sus padres, que llevan todos estos meses asegurando que su hija "se encuentra perfectamente".
"No hay que alarmarse", dijo Eugenia a los medios, un mensaje que repite ahora su padre, quien ha hablado con los medios para restar importancia al último incidente de su hija.
Los médicos no encuentran nada
El primer desmayo que sufrió Tana ocurrió durante la pasada Navidad, cuando fue ingresada en clínica San Rafael de Madrid. En aquel momento, sus padres no se separaron de ella ni un segundo.
Fue entonces cuando comenzaron a hacerle las pruebas para encontrar una posible razón a lo sucedido. "No fue grave. Hubo un diagnóstico, hubo varias pruebas y nada, todo tranquilo", dijo Fran cuando le dieron el alta a Tana a los tres días.
Los doctores no pudieron encontrar una explicación a lo ocurrido y a la dolencia que sufría la joven, pues además del desvanecimiento Tana tuvo dolores en el abdomen.
Esperemos que estos desmayos no sean ni signifiquen nada grave.