El premio de la segunda bienal de Mario Vargas Llosa se celebrará en Lima del 18 al 21 de abril. Se trata de un acto al que acuden los mejores escritores de Iberoamérica y en esta edición iba a tener un componente más sentimental, ya que habían preparado para Vargas Llosa una edición especial y por todo lo alto coincidiendo con su 80 cumpleaños.
Sin embargo, Gritos ha podido saber a través de fuentes cercanas al escritor que éste no acudirá ya que quiere evitar por todos los medios encontrarse con su mujer, Patricia Vargas Llosa, conocida por su fuerte carácter, con la que están en pleno proceso de divorcio.
De este modo, el Nobel dará plantón a muchos de sus amigos más íntimos y a entorno más cercano, entre los que se encuentran escritores muy reconocidos. En su lugar, ha decidido celebrar su 80 cumpleaños en Madrid con una fiesta de tres días ya que el 29 y 30 de marzo, se celebrará el seminario Vargas Llosa: cultura, ideas y libertad en la Casa de América.
El escritor ha conseguido convocar a personajes de la política como José María Aznar, Felipe González, y los exmandatarios latinoamericanos Sebastián Piñera, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Luis Alberto Lacalle.
El acto, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad y la Cátedra Vargas Llosa, será inaugurado por el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y contará con la presencia del nobel turco Orhan Pamuk.
Según ha publicado LOC, la fiesta se celebrará en el hotel Villa Magna y asistirá un total de 400 invitados. Además de Isabel Preysler sólo asistirá a la celebración uno de los tres hijos que tiene el Nobel, fruto de su relación con Patricia.
Este 80 cumpleaños seguro será de lo más especial, no sólo por su nueva situación sentimental sino porque es la primera vez que cambia su Perú natal, donde lo llevaba celebrando toda su vida, por una celebración en España. Incluso podría entrar en la nueva década ya con el divorcio debajo del brazo y con miras a una nueva boda con Isabel Preysler.
Durante el proceso de divorcio, Patricia Llosa no le ha puesto las cosas nada fáciles y Vargas Llosa ha tenido que ceder a todos sus deseos y exigencias para que no pusiera impedimento a la hora de concederle la separación.