Un equipo de profesionales liderado por el empresario Martín Varsavsky trabaja desde el pasado jueves a contra reloj en el desarrollo de una aplicación para combatir el coronavirus, similar a la que ha conseguido frenar la pandemia en países asiáticos como Corea del Sur, China o Taiwan. Está previsto que esté disponible para teléfonos Android y Apple a partir del próximo miércoles.
Las empresas implicadas han decidido desarrollarla de forma altruista, no cobrarán ni un solo euro al Gobierno de la Comunidad de Madrid, liderado por Isabel Díaz Ayuso, quien pidió ayuda a Varsavsky para el desarrollo de la app.
Google, Telefónica, Ferrovial, Goggo Network, Carto, ForceManager y Mendesaltaren son las compañías a las que pertenecen los profesionales que trabajan día y noche en la creación de la aplicación. "Nadie recibirá ni un sólo euro por el desarrollo de la app, ni las empresas ni los profesionales", explican a Vozpópuli fuentes cercanas al equipo de profesionales que trabaja a destajo.
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha dado orden de que se destinen "todos los recursos necesarios, tanto económicos como humanos, para que la aplicación se desarrolle cuanto antes".
En este primer estadio la inversión no es tanto económica como en talento. Entre otros, participan Miguel Arias, director global de Emprendimiento de Telefónica; Federico López, responsable de Innovación de Ferrovial; Jorge Lana, director de operaciones de Mendesaltaren; o Carlos Novillo máximo responsable del 112 en Madrid.
Cuando la inversión requiera ser más alta, Telefónica, Ferrovial y Goggo Network tirarán del carro económico. Se han comprometido a ello, tal y como aseguran las mismas fuentes. De hecho, tal y como ha podido saber este medio, José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, ha dado la orden de que se destinen "todos los recursos necesarios, tanto económicos como humanos, para que la aplicación se desarrolle cuanto antes".
Así funciona la app
El objetivo prioritario de la plataforma, cuya participación por parte del usuario es voluntaria, es descongestionar los números de emergencias mediante la combinación de datos del usuario como su estado de salud o los lugares que recorre.
La app utilizada en Asia utiliza la localización (GPS) de los teléfonos móviles para seguir los movimientos del usuario. Esta información permite generar zonas calientes y recomendar o no la cuarentena a potenciales propagadores del coronavirus, además de controlar en todo momento si realmente cumplen con el aislamiento en caso de que les sea impuesto.
Además, permite comunicar a las autoridades síntomas de empeoramiento o mejoría durante el desarrollo de la enfermedad. Cada usuario de la aplicación es controlado por funcionarios públicos, que llaman dos veces el día para comprobar el estado de salud en caso de que se encuentre enfermo.