Los Presupuestos de 2018 tienen el camino prácticamente despejado a pesar de la crisis política que se ha desatado en España tras conocer la sentencia de Gürtel. Eso sí, el Gobierno no podrá cambiar ni una sola coma de la norma a su paso por el Senado si quiere que se aprueben de forma definitiva a mediados de junio sin tener que volver a pasar por el Congreso, donde el apoyo hoy en día sería bastante más complicado que a principios de semana.
Y es que el PP contó el pasado miércoles con el voto favorable de Ciudadanos, PNV y Nueva Canarias para salvar las cuentas, además de Coalición Canaria y sus socios de gobierno UPN y Foro. Si el Presupuesto tuviera que volver al Congreso, parece difícil que el PP volviera a conseguir el respaldo de todas estas formaciones. Y sin ese apoyo, no saldrían adelante.
¿Por qué tendrían que volver al Congreso si ya se han aprobado? Lo cierto es que no vuelven de forma automática, solo si se introduce algún cambio en el Senado. Cualquier modificación de la norma tiene que ser refrendada necesariamente por el Cámara Baja. Al PP ya le costó mucho conseguir mayoría para salvar el Presupuesto y ahora sería prácticamente imposible replicarla.
El PP sería incapaz de replicar la mayoría que el pasado miércoles le permitió sacar adelante el Presupuesto en el Congreso
Esa es la razón por la que el PP no puede introducir ni un solo cambio en el Presupuesto en la Cámara Alta. Aunque no le resultará difícil porque allí aún conserva la mayoría absoluta y le bastará con tumbar todo lo que presenten el resto de formaciones. Solo la necesidad de corregir algo del texto o una votación errónea condenarían al Presupuesto a volver al Congreso. Y allí se tumbaría.
Ciudadanos, principal socio del PP, ya ha roto su alianza con el Gobierno. No quiere apoyar la moción de censura de Pedro Sánchez, pero sí ha pedido a Mariano Rajoy que convoque elecciones. PNV no ha dicho que hará con la moción, pero se ha mostrado dispuesto, al menos, a sentarse a hablar con el PSOE. Y Nueva Canarias ya se ha posicionado al lado de Pedro Sánchez.
Tramitación en el Senado
Vamos, que las cuentas no salen, así que la tramitación será fugaz. Llegarán a la Cámara Alta el próximo martes y ese mismo día se organizará ya la ponencia que revisará en primer lugar las cuentas y enseguida empezarán las comparecencias del Gobierno, que se extenderán hasta el 1 de junio.
Al mismo tiempo que se producen las comparecencias, los grupos tendrán que presentar los vetos a los Presupuestos y a secciones concretas de las cuentas, que se debatirán y rechazarán en la semana del 5 de junio. Las enmiendas parciales, por su parte, se debatirán en Comisión entre el 11 y el 15 del mismo mes y en Pleno una semana después.
Y si se rechazan, como parece que ocurrirá, las cuentas podrían entrar en vigor incluso antes de que se celebre la moción. Eso está en manos de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que tendrá que decidir el próximo miércoles cuando se somete a debate y se vota el órdago de Pedro Sánchez.