El juicio de la salida a Bolsa de Bankia se está celebrando a trompicones. El caso, que juzga uno de los mayores errores financieros de la historia de este país, está mostrado la poca preparación que existe en la justicia española, ya sea por lo poco que se invierte en ella o por la preparación del cuerpo fiscal en casos como estos, aseguran fuentes financieras consultadas por este medio.
La preparación no fue fácil. Han sido más de seis años de trabajo por parte de la Fiscalía, en el que nunca se contempló tener un plan 'B' a la ausencia de Carmen Launa. La letrada ha tenido que cogerse una baja por enfermedad y el juicio se ha paralizado porque no había nadie preparado para ocupar su puesto.
El 7 de enero de este año comenzó el interrogatorio de Rodrigo Rato, el expresidente de la entidad. Dos días más tarde, se dejó a medias su declaración por la baja de Launa. Este letargo duró desde el 9 de enero hasta el 4 de febrero. Alejando Luzón, el fiscal Jefe Anticorrupción, tuvo que ponerse al frente para que el caso no empezara de cero, tal y como plantea la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), que advierte que si un proceso se para más de un mes, éste tiene que volver al principio.
Luzón terminó el interrogatorio a Rato que había empezado Launa y el juicio se volvió a parar. Entre medio, muchos reproches: sobre el orden de interrogatorio, la reanudación del la vista oral y los problemas para encontrar un sustituto para la fiscal.
La presidenta del Tribunal, Ángela Murillo, ha amagado en un sin fin de veces con proseguir las sesiones por la tarde. Sólo se ha cumplido una vez
La presidenta del Tribunal, Ángela Murillo, ha amagado en un sin fin de veces con proseguir las sesiones por la tarde, con todo lo que eso conlleva y sólo lo ha cumplido una vez. Hay muchos acusados y letrados que vienen de fuera de Madrid y estos cambios repentinos no dan tampoco buena imagen.
Luzón no se ha mostrado por la labor de alargar las sesiones a la tarde. "Es lógico que el fiscal Jefe no quiera alargar los interrogatorios más allá de la mañana", salen en su defensa fuentes del mercado consultadas, que agregan que él ha hecho un buen trabajo sustituyendo a Launa, aunque algunas veces pareciera el interrogatorio "un partido de frontón". "Se limita a preguntar y no repregunta sobre momentos claves", lamentan.
El fiscal Jefe incluso llegó a decir en una sesión que no quería seguir por la tarde para no "cascarse la garganta". A lo que la jueza Murillo le respondió con cierta complicidad y sarcasmo, aclarando que sólo se alargaría en caso de que él terminara sus preguntas, así tendría "tiempo para reposar la voz".
Interrogatorios cambiados
Tras el segundo parón, Luzón volvió a encargarse de los interrogatorios, cambiando nuevamente el orden para dejar para el final a José Luis Olivas, ex vicepresidente de Bankia. De esta forma, el nuevo orden fue el siguiente: Norniella y Verdú.
Llamó mucho la atención el tono especialmente duro del fiscal contra Verdú en ciertas preguntas, si se compara con Norniella. Cabe recordad, que el ex consejero delegado llegó con el folleto de la salida a Bolsa realizado y con las cuentas hechas y auditadas. A esto hay que sumar que fue el único directivo del banco que negó una 'tarjeta black'.
Desde la plataforma 15MpaRato aseguran que las declaraciones que se han hecho hasta el momento se han ceñido punto por punto al guión escrito por Rato: una defensa hecha a su medida las grandes instituciones del Estado. "Las mismas instituciones que participaron en la estafa de la salida a Bolsa y que no fueron acusadas por el juez".
"Son pequeños detalles que sí es cierto que dan la impresión de que está siendo un juicio un poco caótico", aseguran fuentes judiciales. "Lo cierto es que no te esperas que por una enfermedad se tenga que parar un juicio de tanta relevancia", enfatizan.