Las sociedades de liquidación inmobiliaria de la reforma bancaria que presentó Luis de Guindos hace dos semanas interesan y mucho a las entidades financieras por la capacidad de negocio que entrañan a largo plazo. Ahorro Corporación quiere entrar en este negocio recuperando ACSI (Ahorro Corporación Servicios Inmobiliarios, una división creada en su día para gestionar los inmuebles de las cajas), pero suenan otras entidades como Inverseguros, Lazora, sin dejar de lado a las propias firmas bancarias, que vislumbran en estos 'bancos malos' obligatorios un apetecible nicho de operaciones. Así, aguardan impacientes a que haya un desarrollo que especifique la naturaleza de estas sociedades.
Ahorro lanzó hace tres años ACSI, un instrumento de apoyo para las cajas y sus excedentes del ladrillo. El estallido de la crisis financiera, que trajo consigo la literal desaparición de la figura de las cajas de ahorros, dejó ese proyecto en vía muerta. Pero ahora puede volver.
“Tendría todo el sentido”, indican en la firma “y por supuesto estamos pensando en ello. Si la reforma evoluciona como debe, estaremos ahí, aunque todavía está todo verde” indican, en relación a la constitución de estas sociedades de gestión. No es el único nombre que suena.
Fuentes de mercado aseguran que “si Ahorro está en ello, Inverseguros no andará lejos”, aunque el viernes fue imposible ponerse en contacto con la entidad. Los primeros son la entidad que ofrecía servicios financieros a las cajas de ahorros, Inverseguros es su alter ego del sector asegurador.
Muchos interesados
Y no son los únicos nombres que suenan. Lazora, la firma inmobiliaria de Concha Osácar y Fernando Gumuzio también suena en los mentideros financieros, aunque lo más llamativo es que también las entidades financieras estudiarán el asunto con interés por lo que se puede dar el caso de que los bancos externalicen sus activos inmobiliarios en los bancos malos y ellos mismos se encarguen de gestionarlos. Sin olvidar a las propias inmobiliarias, que también estarán interesadas.
En la banca no ha olvidado otros tiempos, presuntamente parecidos, en los que se gestaron, de manera parecida, historias de éxito como Colonial o Gesinar, que no fueron más que inmobiliarias creadas con activos de difícil venta tras la crisis del 92 y que luego hicieron ganar mucho dinero a La Caixa o BBVA (en este caso, el invento fue de Argentaria). Eso sí, segundas partes nunca fueron buenas y en un entorno tan complicado, en el que cada vez más expertos hablan de cambio de modelo global, repetir una historia del pasado no es garantía de éxito.
En el caso de Ahorro Corporación, la apuesta es casi obligada, ya que ‘el broker de las cajas’, como se le conoce, necesita ampliar áreas de actividad ante el descenso forzado de sus clientes. Algo parecido le ocurre a su accionista de referencia, la CECA, cuya actividad de lobby, obra social e institucional, en definitiva deja paso a su conversión en una entidad de servicios bancarios.