El gestor ferroviario Adif (Cercanías y red convencional) cerró 2018 con pérdidas de 74,18 millones de euros, frente a los 30,97 millones que ganó un año antes, lastrado por las menores subvenciones recibidas y el incremento de costes externos de mantenimiento.
El importe neto de la cifra de negocio, atribuible en prácticamente su totalidad al cobro de cánones ferroviarios, se situó en 660,67 millones, el 71 % más.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) arrojó un saldo negativo de 20,75 millones de euros, frente a los 91,03 millones en positivo de un año antes.
Motivos del resultado
Este cambio en la evolución del ebitda se debió a las menores subvenciones de explotación recibidas (358 millones menos), la reducción de los beneficios por venta de inmovilizado (13 millones) y el incremento del gasto externo en reparaciones y conservación de la infraestructura en 25 millones.
Según las cuentas anuales aprobadas por el consejo de administración del gestor ferroviario, Adif redujo su endeudamiento financiero el 8,8 %, hasta 399,8 millones de euros.
En un comunicado, Adif subraya que 2018 fue el primer ejercicio completo en el que aplicó la nueva estructura de cánones prevista en la Ley del Sector Ferroviario y que este marco tarifario persigue, entre otros objetivos, trasladar a los operadores los costes directamente imputables al servicio ferroviario.
En este sentido, ha explicado que los ingresos por cánones ferroviarios crecieron un 74 %, aunque la cobertura de dichos costes mediante los cánones recaudados fue del 71 %.
Por otra parte, en el primer trimestre del presente ejercicio las cuentas agregadas de Adif y Adif Alta Velocidad (AV) arrojaron un ebitda de 70,12 millones de euros, el 7 % más que un año antes, y una cifra neta de negocio de 310,99 millones de euros, el 3 % más.
La recaudación acumulada por Adif y Adif AV por los cánones por utilización de las líneas de la Red Ferroviaria de Interés General subieron el 2,62 % debido al incremento de tarifas y de los tráficos en alta velocidad.