El sector del automóvil reclama un interlocutor en el nuevo Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez y teme que la dispersión ministerial dificulte un diálogo fluido. Todo ello en un año crítico para la industria de la automoción, en plena irrupción del coche eléctrico y con una previsible caída del consumo por la desaceleración económica.
Hasta ahora la patronal del automóvil, Anfac, ha destacado la labor como interlocutor del Ministerio de Industria liderado por Reyes Maroto. El lunes el presidente de la asociación, José Vicente de los Mozos, valoró de forma positiva la continuidad de Maroto en el cargo.
En declaraciones recogidas por Europa Press, la continuidad del Ministerio de Industria es vista por Anfac como "un signo de la importancia que el Gobierno está dando a este sector tan relevante en la economía española". Pero fuentes cercanas a la patronal del automóvil consultadas por este diario no ocultan su preocupación ante la influencia que podrían ejercer sobre el sector distintos ministerios.
España cuenta con 17 fábricas automovilísticas
"Tendremos que sentarnos con Industria, pero también con Movilidad, con Transición Ecológica, con Interior...", comentan. "Es un año crítico para el sector y ponernos de acuerdo entre todos es urgente", señalan.
El nuevo Gobierno de coalición cuenta con diversos ministerios que a priori podrían influir en la toma de decisiones que afecten a la industria automovilística.
Además del Ministerio de Industria, el de Economía, dirigido por Nadia Calviño, para asegurarse el mantenimiento de la inversión de las multinacionales automovilísticas en sus fábricas españolas. También el de Transición Ecológica de Teresa Ribero, por el cerco al efecto contaminante del automóvil. El de Hacienda, de María Jesús Montero, por las ayudas fiscales que requerirá el sector a la adquisición de coches. Y el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, de José Luis Ábalos.
Muchas dudas
Demasiados interlocutores en un año que se presenta crucial para el sector después de un 2019 muy movido y que ha dado paso a un 2020 marcado por la incertidumbre. Una incertidumbre que el nuevo Gobierno debería comenzar a despejar con una serie de medidas que apuntalen el sector, inmerso en pleno proceso de reestructuración en un cambio de ciclo marcado sin duda por la firme apuesta por el coche eléctrico y las muchas medidas encaminadas a la descarbonización del sector.
La nueva normativa de emisiones que entra en vigor este año abre la puerta a multas millonarias
Sin embargo, se prevé un proceso lento en el tiempo y, aunque se marca como objetivo el año 2050 como el del fin del coche de combustión, muchos son los aspectos que marcarán el camino hasta entonces, y las medidas gubernamentales son sin duda uno de los que más podrían influir.
Y en ese proceso, y a la espera de las decisiones del nuevo Gobierno, la industria automovilística española, con 17 plantas de producción, vive expectante el día a día, sin saber a ciencia cierta como va a responder el mercado este año y los venideros en cuanto a la demanda de tecnologías alternativas.
El coche de combustión sigue siendo responsable del 98% de las ventas en España, aunque en este cifra se incluyen los diferentes híbridos eléctricos o de gas natural que, a diferencia del eléctrico, sí suponen un volumen de ventas notable en relación a los menos de 25.000 coches eléctricos comercializados en 2019.
El aumento deseado de las ventas de coche eléctrico requiere medidas de ayuda por parte del Gobierno
Y todo ello en un año en el que la entrada en vigor de la nueva normativa de emisiones que deben cumplir las marcas, con un valor medio de los coches vendidos que no podrá superar los 95 g/km de CO2, abre las puertas a millonarias multas que, según un informe de la agencia de calificación Moody's, podrían suponer más de 10.000 millones de euros en el caso que no consigan cumplir con las nuevas exigencias.
Una amenaza de la Unión Europea que los fabricantes deben sortear a lo largo de 2020 impulsando tecnologías o combustibles alternativos, y que va a llevar a la propia industria a tener que ir adaptándose casi mes a mes a las exigencias del mercado, con las dificultades que ello plantea en las previsiones de producción de una u otra tecnología.
El coche eléctrico es la vía de escape para reducir las emisiones medias, pero aumentar sus ventas requiere por parte del Gobierno medidas tanto económicas para subvencionar su compra con un Plan de Ayudas a largo plazo como una decidida apuesta por las infraestructuras necesarias para dar soporte a ese eventual crecimiento de las ventas.
Los concesionarios esperan del nuevo Gobierno una estrategia de movilidad "clara y bien fundamentada"
Si la patronal de los fabricantes Anfac ha valorado positivamente la continuidad de Reyes Maroto, la de los vendedores y concesionarios -Ganvam y Faconauto respectivamente- esperan del nuevo Gobierno una estrategia de movilidad "clara y bien fundamentada" en la que las decisiones que se tomen prime el rigor técnico sobre el interés "puramente político y demagógico para evitar vaivenes" que confundan al consumidor sobre qué coche comprar.
Faconauto, por su parte, ha trasladado la necesidad de que el Gobierno apoye decididamente a la automoción española mediante medidas que mantengan el impulso, tanto de la parte industrial como de la distribución y reparación, en un momento clave, en el que se está dirimiendo su futuro desarrollo.
Para la patronal, el nuevo Gobierno debería retomar los trabajos desarrollados junto al sector en la última legislatura, como es el Pacto Estratégico de la Automoción y, particularmente, una nueva fiscalidad para el automóvil, el desarrollo de nuevas formas de movilidad verde y el establecimiento de un marco jurídico para las relaciones comerciales entre concesionarios y fabricantes.