La tercera y la cuarta cadena de supermercados de España aglutinan cerca del 14% del mercado. DIA y Eroski son dos enseñas de referencia para los consumidores nacionales. Ambas no pasan por su mejor momento y comparten un problema común: sus compromisos financieros con la banca.
Según confirman fuentes del mercado, ambas compañías son objeto de debate en los principales bancos y no, precisamente, por los productos que incluyen en sus lineales. “Son cerca de 3.000 millones de deuda y un sector que no pasa por su mejor momento, por lo tanto, existe preocupación”, añaden.
Por un lado, DIA acumula unos compromisos financieros de 1.422 millones de euros, según registró en sus últimas cuentas del tercer trimestre. La deuda de la cadena de supermercados ha ido engordando según ha ido evolucionando su crisis en este 2018. La compañía cerraba el pasado ejercicio con una deuda de 891 millones de euros, un apalancamiento de 1,6 veces ebitda (resultado bruto de explotación) y que mostraba buena capacidad de pago.
DIA ha aumentado su deuda hasta los 1.422 millones de euros, desde los 891 millones con los que arrancaba 2018
Pero en nueve meses su deuda es 3,1 veces Ebitda. Y el vencimiento de este apalancamiento se acerca. Los acreedores de DIA podrán reclamar en pago de un préstamo de 500 millones en el próximo año, según explican fuentes del sector. El resto de la deuda está dividida en tres préstamos que vencen 2020, 2021 y 2023. "En este sentido, DIA cuenta con un crédito 'revolving' o renovable de unos 300 millones que puede con un plazo de cuatro años del que puede hacer uso", explican.
Los principales acreedores de DIA son Banco Santander, BBVA, Caixabank y Bankinter. "Las negociaciones en estos momentos se basan en la posible ampliación de los vencimientos de 2019 y que la deuda no supere un ratio de 3,5 Ebitda, algo que empieza a ser difícil por la caída del negocio de la compañía. Todavía no están muy lejos de una posible quita de deuda", explican desde el sector.
Eroski busca la quita
Los banco también tienen están pendientes de Eroski, sobre todo, Santander, BBVA y Caixabank. Estas entidades son los principales tenedores de deuda de la cadena vasca. Ambas partes se encuentran inversas en un proceso de negociación para refinanciar un préstamo de 1.600 millones de euros que vence en junio de 2019.
En este caso, la banca tiene menos paciencia que con DIA. Los acreedores exigen a la compañía que venda sus principales activos: Caprabo, su negocio en Baleares o su filial en Galicia. Y Eroski se niega. No obstante, la cadena vasca solicita, si tuviese que llegar a este punto, sí reclama una quita de deuda de 600 millones.
Los acreedores de Eroski reclaman la venta de alguna de sus joyas (Caprabo, Baleares o Galicia) o, incluso, pasar de cooperativa a Sociedad Anónima
Aunque existe otra alternativa para la oferta de Eroski. Según confirman fuentes financieras, los bancos sólo aceptarían la propuesta de la compañía si se convierte en una Sociedad Anónima (SA), su régimen actual es de cooperativa, y permitir a las entidades financieras tomar el control del gigante vasco.
El tiempo pasa y, según apuntan estas mismas fuentes, la negociación está estancada. Los acreedores tendría el objetivo de recaudar cerca de 1.000 millones de euros con las posibles desinversiones de Eroski en los próximos cinco años.
Las estimaciones que se realizan desde el mercado es que el valor actual de Caprabo rondaría los 500 millones de euros, frente a los 1.300 millones que le costó la cadena catalana a Eroski en 2007. “Una minusvalía que golpearía a sus cuentas”, recuerdan estas mismas fuentes. No obstante, y como también le ocurre a DIA, los plazos se van acabando y la banca comienza a impacientarse.