Los acusados de las tarjetas black quieren evitar a toda costa una sentencia contraria. Y para ello, se han movilizado en dos sentidos. El primero, conseguir pruebas que apunten a Jaime Terceiro como el creador de esta remuneración irregular, algo con lo que no han podido convencer al menos a las acusaciones. Y segundo, devolviendo el dinero gastado buscando un atenuante en caso de sentencia contraria.
Por ello, casi la mitad de los procesados ha devuelto ya todo lo que gastó con las tarjetas. En total han consignado ante la Audiencia o devuelto a Bankia o el Frob más de 4,6 millones de euros, un 38% de los 12 millones que reclama la Fiscalía Anticorrupción. Gran parte de este dinero se ha movilizado a través de transferencias desde la vuelta de verano. Antes, apenas se habían reintegrado 1,5 millones.
Sin embargo, los acusados se han encontrado con un imprevisto en el camino: al fiscal Alejandro Luzón no le parece suficiente con que se consigne el dinero en la Audiencia Nacional. Considera que el mero hecho de inmovilizar el dinero a la espera de la sentencia no es reparar el daño, ya que si el tribunal les considera inocentes recuperarán este capital. Por ello, sólo rebajó la pena de prisión a aquellos acusados que hayan devuelto el importe reclamado a fondo perdido.
Por ello, Luzón sólo tuvo en cuenta este atenuante con seis exconsejeros, a los que les baja la pena de cuatro años a dos y medio (Ricardo Romero de Tejada, Ramón Espinar, Alberto Recarte, Jesús Pedroche, Ignacio de Navasqües y Luis Blasco); y varios exmiembros de la Comisión de Control, cuya pena pasa de dos años y medio a dos años (Rafael Torres, Beltrán Gutiérrez y José María Buenaventura).
Atenuante
La devolución del dinero sí que ha servido de atenuante en el caso de Bankia y su matriz BFA, que en la exposición de su informe de ayer rebajó las penas para más de una decena de acusados, entre ellos Javier López Madrid y Arturo Fernández.
Las acusaciones están teniendo muy en cuenta aquellos casos en los que la devolución del dinero gastado con las tarjetas se produjo cuando se hizo público el escándalo, en octubre de 2014. Muchos entonces investigados vieron rápido las orejas al lobo y tardaron apenas unos días en restituir el daño. Otros han preferido esperar cómo avanzaba el proceso, ya sea por confianza en su estrategia de defensa o por dificultades para reunir el dinero.
Blesa y Rato, y puede que Barcoj, tendrían que responder por todo el dinero que no devuelvan otros acusados de las 'black'
Aun así, cerca de dos tercios del dinero de las tarjetas black sigue lejos de la Audiencia Nacional y de los perjudicados por este escándalo (Bankia, BFA y el Frob). No han querido seguir esta estrategia alguno de los exconsejeros y exdirectivos que más gastaron con su plástico, como José Antonio Moral Santín, exrepresentante de Izquierda Unida en el consejo, que se embolsó 456.000 euros; el exdirectivo Ricardo Morado (450.000), Ramón Ferraz (397.000) y Mariano Pérez Claver (379.000). Aun así, alguno de ellos puede sorprender al tribunal con una devolución de última hora.
En caso contrario y en un escenario de sentencia condenatoria, Miguel Blesa y Rodrigo Rato afrontarán una situación complicada, a pesar de haber reintegrado su parte de las tarjetas. Según Anticorrupción y otras acusaciones (que también suman a Ildefonso Sánchez Barcoj), los dos expresidentes de Caja Madrid tendrán que responder por el dinero no devuelto por sus compañeros de banquillo, Blesa por hasta 9,3 millones y Rato por hasta 2,7 millones. Ambos ya tienen embargados bienes para ello, en el caso de Blesa, o depositado un aval, en el de Rato.