Se avecinan días clave para el futuro de Banco Popular. Su posible venta está sobre la mesa de los principales banqueros españoles, que en menos de una semana deben presentar una oferta en firme si es que están interesados, según distintas fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Los candidatos favoritos en todas las quinielas son BBVA y Santander, ya que el resto de grandes entidades españolas está en distintos procesos de integración.
Se trata de un proceso con el que Popular y sus asesores están explorando distintas vías para resolver el futuro del banco, como anunció su presidente, Emilio Saracho, en la junta de hace un mes. Las mismas fuentes no aclaran si el plazo de una semana es puesto por Popular o por sus asesores. Entre las opciones sigue barajándose la ampliación de capital.
Una de las complicaciones para la venta es que Popular todavía tiene un agujero inmobiliario de entre 6.000 y 8.000 millones de euros, según cálculos que manejan los posibles compradores. Estos 6.000-8.000 millones responden a las provisiones que la entidad tendría que llevar a cabo para poder vender rápido sus activos en el mercado mayorista. Es decir, para poder provisionar de más sus inmuebles y créditos, con un descuento superior al de mercado.
Es esta la principal razón que hace de Santander y BBVA los únicos candidatos reales para comprar Popular. Así, fuentes financieras explican que para poder realizar estas provisiones el comprador tendría que poner en marcha una ampliación de capital de al menos 5.000 millones.
Candidatos
En este sentido, CaixaBank está inmersa en la integración de la portuguesa BPI, según ha explicado en más de una ocasión su consejero delegado, Gonzalo Gortázar. Bankia por su parte está en pleno proceso de fusión con BMN. Y el otro candidato, Banco Sabadell, está centrado este año en la integración tecnológica con TSB, con la que se juega mucho dinero, y en el mercado ven difícil que se postule para quedarse Popular porque entre las dos sumarían más de 50.000 millones en activos problemáticos.
Mientras, tanto Santander como BBVA ya mostraron un interés activo a finales del año pasado, cuando el expresidente de Popular, Ángel Ron, intentó una venta antes de su salida. Santander presentó una banda de precios orientativa, rechazada por Ron, y BBVA una oferta en firme, que no pareció suficiente al banquero de Popular.
Los bancos calculan que tendrían que ampliar capital en 5.000 millones para quedarse Popular, a pesar de las sinergias de 4.000 millones y los créditos fiscales
Las sinergias de la operación se calculan en unos 4.000 millones y también se valoran los créditos fiscales de Popular, en 5.000 millones. Todos estos números, unidos al agujero, son los que soportarán las ofertas de cada banco, a los que hay que añadir la rentabilidad exigida por cada uno.
Según reconoció este jueves la entidad presidida por Saracho “el banco trabaja en el desarrollo de su estrategia, la cual incluye la potencial realización de una ampliación de capital o una operación corporativa. A tal efecto, el banco cuenta con diversos asesores especializados que le apoyarán en el desarrollo de dicha estrategia”.
Entre ellos están JPMorgan y Lazard. La contratación del primero ha provocado “estupor” en el resto del sector financiero, al ser de donde procedía Saracho hasta hace apenas tres meses.
En el comunicado de este jueves, Popular niega tajantemente que haya peligro de quiebra y que haya "necesidad de fondos ante una fuga masiva de depósitos".