La mora bancaria sigue a raya pese al golpe de los tipos. El sector lleva tiempo descontando que la cartera de dudosos subirá, pero aún no hay indicios de un aumento de los impagos. De hecho, los bancos españoles han rebajado en 15.858 millones de euros el nivel de dudosos desde el pico que se alcanzó tras la irrupción del Covid.
La cantidad de créditos impagados en el balance de los bancos (42.214 millones) es la menor desde julio de 2008, en la antesala de crisis financiera que desencadenó la quiebra de Lehman Brothers. En mayo de 2020, en plenas olas de contagios por el Covid, se alcanzó un pico de 58.072 millones en dudosos.
Los tipos oficiales en Europa están en máximos de los últimos 15 años tras un ritmo histórico de subidas para aplacar la inflación. En menos de un año, el Banco Central Europeo (BCE) ha aplicado siete alzas consecutivas que han propiciado un aumento de 375 puntos básicos en el precio del dinero y que están metiendo presión al presupuesto de las familias endeudadas en un contexto de inflación elevada (del 4,1% en abril) y con el euribor cerca del 4%.
Pero las dificultades económicas no se traducen por ahora en más impagos. A cierre de marzo de este año, según las últimas estadísticas disponibles del Banco de España, la tasa de morosidad del sector financiero español alcanzó el 3,51%, por debajo del 3,55% que marcó un mes antes. Pero además es el nivel más bajo desde diciembre de 2008, cuando estaba en el 3,37%.
"Los supervisores temen un estallido súbito de la morosidad, pero los banqueros creen que será un impacto asumible
El BCE lleva tiempo, como todos los ejecutivos bancarios, con el temor de que estalle una subida súbita de la morosidad. Por este motivo, tiene en marcha una revisión de la cartera de préstamos clasificados bajo vigilancia especial de los bancos europeos.
En el caso de las entidades españolas, el top five (Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell y Bankinter) tienen una bolsa de más de 100.000 millones en este tipo de créditos, que se incluyen dentro de la categoría de stage 2 o fase 2, como se conoce en el argot financiero. No son fallidos, pero se considera que el riesgo de entrar en impago ha crecido significativamente en los últimos meses.
"No se deben olvidar los riesgos existentes, algunos aún no materializados. Las entidades deben mantener una actitud proactiva en la medición del riesgo y en la política de provisiones y capital", instó recientemente el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Se trata de un mensaje que los reguladores y supervisores repiten continuamente y un argumento que exponen los ejecutivos bancarios para rebatir el impuestazo por los ingresos extra de las subidas de tipos.
Argumento contra el impuestazo
Los banqueros se quejan de que la cruzada del BCE contra la inflación no sólo permitirá aumentar el margen de intereses, que mide el negocio tradicional, sino que con el ritmo histórico de subidas de tipos se producirá tarde o temprano una vertiente negativa con más morosidad. Por el momento, los grandes bancos tienen controlada la tasa de impagos, con una media de entorno al 3%, y el sector descarta un gran aumento de los dudosos al menos durante este año.
"Las circunstancias para la economía no van a ser sencillas", advirtió Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, en un encuentro reciente. Guindos, incluso, no descarta que se puedan revivir nuevos episodios de turbulencias financieras como los sufridos en marzo tras las caídas del Silicon Valley Bank (SVB) y de Credit Suisse.