Una costumbre que se enquista. Los bancos españoles vuelven a posicionarse con los niveles de capital más bajos de toda Europa justo cuando el sector encara un nuevo escenario sin el viento a favor de las subidas históricas de los tipos de interés, que el mercado empieza a descontar para los primeros meses de 2024.
Aunque la morosidad aún se mantiene a raya, según los resultados del último ejercicio anual de transparencia presentados hoy por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).
El examen del regulador bancario, sobre 123 bancos europeos, recoge datos entre el segundo semestre de 2022 y la primera mitad de este año. En el caso de España, han participado las diez entidades más grandes (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter, Unicaja, Abanca, Kutxabank, Ibercaja y Cajamar).
Los bancos españoles gozan de una ratio de capital fully loaded, de referencia en el mercado, del 12,64% de media, lejos del 15,9% de los países que conforman la Unión Europea. Esta tendencia se viene observando en los últimos años, pero se ha acentuado en los últimos ejercicios de transparencia. De hecho, la brecha con el penúltimo país, Grecia, se amplía de apenas una décima en el examen anterior (diciembre de 2022) a los 1,58 puntos porcentuales del publicado este martes.
La posición de capital también es notablemente inferior a la de los competidores de Alemania (16,40%), Francia (16,02%) e Italia (15,79%).
Sólo Kutxabank, como suele ocurrir en este tipo de ejercicios, supera la media de la UE, con una ratio de capital de máxima calidad del 17,61%. BBVA, Abanca, Sabadell, Santander, Bankinter, CaixaBank e Ibercaja mantienen ratios de solvencia de entre el 12% y el 13%. Unicaja y Cajamar superan esta barrera, con un 13,78% y un 13,29%, respectivamente, si bien también quedan por debajo de la media europea.
En cuanto a los niveles de morosidad, las entidades españolas tienen una ratio controlada por debajo del 3%, un nivel que no preocupa de momento. Ahora bien, esta métrica también es peor en comparación con la media de Europa: situada en el 1,8%.
“Los elevados niveles de las tasas de interés hasta ahora han respaldado la ampliación de los márgenes de interés, pero esto podría haber llegado a su punto de inflexión”, advierte la EBA, que destaca que el sector bancario de la UE en general ha demostrado su resistencia tras las turbulencias financieras de marzo.
Preocupación de los supervisores
El Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE) se afanan en los últimos meses en pedir a los bancos que aprovechen los resultados por la inercia de los tipos para mejorar sus provisiones y su posición de capital. Y llevan tiempo vigilando el exceso en los dividendos ante posibles turbulencias financieras, más aún con la apuesta del mercado a que las rebajas del precio del dinero se activarán en los primeros meses del próximo año.
Entre los bancos españoles, el pay out (el porcentaje del beneficio que se distribuye entre los accionistas) previsto para 2023 se sitúa en una horquilla de entre el 40% y el 60%. CaixaBank es la entidad más ambiciosa en su política de remuneración al accionista, con un objetivo de beneficio a distribuir entre sus inversores de entre el 50% y el 60%, íntegramente en efectivo. Otros bancos, como Santander y BBVA, prometen repartir hasta el 50% del beneficio, pero combinado con la recompra de acciones en ambos casos.