El núcleo duro nacional en Telefónica se tensa. Los movimientos del entorno de Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, ante el desembarco de Arabia Saudí en la teleco están despertando recelos en BBVA, el otro gran accionista español. Una lucha de influencia, como señalan fuentes financieras consultadas por Vozpópuli, mientras el Gobierno negocia con Saudi Telecom Company (STC) su desembarco en la compañía.
Tanto fuentes oficiales de La Fundación La Caixa como de BBVA prefirieron no hacer comentarios al respecto. Fainé, que se sienta en el consejo de Telefónica como vicepresidente en representación de CaixaBank, acudió a La Moncloa el pasado 28 de noviembre para reunirse con Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno transmitió “tranquilidad”, según fuentes conocedoras, al histórico banquero sobre los asuntos candentes de la Fundación La Caixa, que controla algo más de un 2% de Telefónica, y supera el 30% de CaixaBank, donde el Estado conserva alrededor de un 17% como herencia de la fusión con Bankia. Sin ir más lejos, le prometió que no traspasaría el control de La Caixa a la Generalitat, como exigían los independentistas en la negociación de la investidura de Sánchez.
"BBVA aún no ha mantenido contacto directo con STC, el accionista saudí de Telefónica, mientras que Fainé está encarnando la defensa del bloque nacional
Pero también se han producido encuentros recientes entre la Fundación y Arabia Saudí en un momento clave para la entrada de STC en Telefónica. Ahora bien, fuentes próximas a La Caixa señalan que se trató de un acercamiento “institucional” entre directivos que no forman parte de la primera línea ejecutiva.
Esta primera toma de contacto no se ha producido todavía con BBVA, como indican fuentes próximas al banco de La Vela. Eso sí, en el seno de BBVA se pone en valor la relación “fluida” que mantiene Carlos Torres con José María Álvarez-Pallete.
Inquietud en BBVA
Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, declara algo más del 2% en la teleco, a lo que hay que sumar un 3,5% de CaixaBank. BBVA, por su parte, controla un 4,85%, y también se sienta en consejo con un vicepresidente: José María Abril, alto directivo de la entidad. “Fainé ha cogido las riendas para encarnar la defensa nacional en Telefónica y esto está despertando una lucha de influencia con BBVA”, indican fuentes financieras.
"La sorpresiva entrada genera más polvareda. No es siempre la mejor manera de entrar", Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank
En un primer momento, el entorno de Fainé criticó la sorpresiva entrada de los saudíes, como quedó patente con unas declaraciones públicas de Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, en un foro financiero repleto de banqueros de primera línea. "La sorpresiva entrada genera más polvareda. No es siempre la mejor manera de entrar", afirmó sin ambages Gortázar. Pero en las últimas semanas se ha reconducido la relación hasta el punto de mantener la reunión citada en Riad.
¿Decisión salomónica?
Como publicó este medio, el Gobierno busca una solución salomónica al desembarco de Arabia Saudí en Telefónica. Y negocia con STC, participado en un 64% por el fondo soberano saudí, vetar su entrada en el consejo de administración de la teleco como condición para dar luz verde a la toma del 9,9% anunciado en septiembre.
El grupo saudí antepone tomar casi el 10%, lo que cuestionaría el bloque nacional en cuanto al capital, pero el máximo órgano de gobierno de la teleco quedaría blindado. Si Arabia acaba solicitando su entrada en el consejo, como advierten fuentes financieras, podría desencadenar nuevos movimientos entre el núcleo duro para reforzar su influencia.
Ante el desafío saudí, Fainé y Torres se apartaron desde un primer momento de la 'operación reconquista' en Telefónica. En plena contraofensiva del Gobierno para frenar el desembarco de Arabia Saudí, CaixaBank y BBVA marcaron distancias y descartaron reforzar su posición conjunta de algo más del 10% en la teleco. El rechazo de estos accionistas y otras grandes empresas del Ibex ha llevado al Gobierno a explorar la entrada de la Sepi como contrapeso al asalto saudí