La inflación aflojará, pero la crisis de precios no se dará por cerrada al menos hasta 2026. El Banco Central Europeo (BCE) asume que el IPC no se situará por debajo del objetivo sacrosanto del 2% en los próximos tres años, a pesar de que ha mejorado sustancialmente sus previsiones para 2024. Y el Eurobanco está decidido a no bajar la guardia ante el riesgo de un repunte “temporal” de los precios en el corto plazo, como advirtió ayer Christine Lagarde, presidenta del organismo monetario.
De acuerdo con las últimas proyecciones de los expertos del Eurosistema para la zona del euro, la inflación se desacelera a un ritmo mayor del previsto hace tres meses. En 2024 el aumento se frenará al 2,7%, frente al 3,2% previsto en septiembre, y hasta el 2,1% en 2025. Pero en sus estimaciones el BCE advierte de que la crisis de precios no se atajará hasta 2026, cuando la subida del IPC afloje al 1,9%, por primera vez desde 2020 por debajo del objetivo del 2%.
"¿Deberíamos bajar la guardia? No, no debemos bajar la guardia en absoluto", afirmó con contundencia Christine Lagarde, presidenta del BCE.
Lagarde se esforzó en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno del BCE, en el que se toman las decisiones sobre política monetaria, en enfriar las expectativas sobre el recorte de tipos pese a la mejora en la carrera contra la inflación. “¿Deberíamos bajar la guardia? Nos hacemos esa pregunta. No, no debemos bajar la guardia en absoluto”, afirmó sin ambages en un mensaje contundente al mercado.
Lucha contra las previsiones del mercado
Los inversores descuentan que la primera rebaja del precio del dinero acabará llegando en marzo o abril. Pero la presidenta del Eurobanco insistió en que ni siquiera se ha discutido cuándo iniciar ese cambio en la política monetaria.
El banco central sigue defendiendo su estrategia basada en “reunión a reunión” y se da margen para recopilar más datos sobre la evolución de los salarios y los beneficios de las empresas.
“Creemos que los riesgos siguen estando sesgados hacia recortes de tipos más tardíos en comparación con las expectativas actuales del mercado”, respaldó Konstantin Veit, de Pimco, la mayor gestora de fondos de renta fija del mundo, tras las palabras de Lagarde.
Para devolver los precios al 2%, Pimco aboga por un “enfriamiento adicional” de la economía y del mercado laboral, que resiste a los embates de la agresiva política monetaria.
Aún es pronto para cantar victoria
En otra de las principales compañías de gestión de activos, DWS Group, dieron un paso más allá. Aunque detecta que se han producido “claros avances” en el proceso de desinflación, considera que es “demasiado pronto” para declarar la victoria sobre la inflación.
"Ya surgen voces que alertan de que el BCE puede estar tardando en reaccionar demasiado ante el riesgo de recesión, como en la gestora Federated Hermes.
Aunque Lagarde no dio pistas sobre posibles rebajas del precio del dinero, quiso dejar claro que los tipos están en niveles que, “mantenidos durante un periodo suficientemente largo”, contribuirán de forma sustancial al objetivo del 2%. Un aviso claro a los mercados de que será férreo en su cruzada contra la inflación aunque se ponga en duda un aterrizaje suave de la economía.
“Una vez más, los bancos centrales europeos tardan en reaccionar. Hace dos años, retrasaron demasiado su lucha contra la alta inflación. Ahora, corren el riesgo de infligir el severo dolor de unos tipos restrictivos a sus economías, ya estancadas”, alertaron ayer los analistas de Federated Hermes. Habrá que esperar ya al próximo año para comprobar si el BCE sigue apostando por el tono duro.