¿Cuánto costará el rescate a la banca española? El Tribunal de Cuentas puso ayer sobre la mesa una cifra: 60.718 millones de euros. Pero es una factura realizada sobre una foto fija de finales de 2015. Desde entonces ya ha pasado más de un año, y como el propio organismo público refleja en su informe todavía quedan pendientes cuatro frentes que podrían elevar el coste del rescate por encima de los 75.000 millones.
Se trata de las ventas de Bankia y BMN; la devolución de los bonos convertibles contingentes (CoCos) de Caja 3 y Banco Ceiss; las garantías y esquemas de protección de activos (EPA) que el Fondo de Reestructuración (Frob) y el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) concedió para vender las nacionalizadas; y la inversión en Sareb.
Las dos primeras premisas (Bankia, BMN, Caja 3 y Ceiss) podrían amortiguar el coste del rescate, mientras que desde el sector financiero se espera que las garantías de las subastas y Sareb sigan engordando la factura.
Sólo con los EPA y otras garantías hay en juego más de 17.000 millones de euros. Sólo con CAM ya se han dado por perdidos 5.800 millones del esquema de protección (de los que Sabadell ya ha recibido 820 millones) y todavía quedan pendientes otros 6.700 millones. En Unnim, BBVA podría cobrar más de 4.000 millones por garantías del contrato, de las que ya se han dado por perdidos 1.570 millones. Banco de Valencia, de CaixaBank, podría sumar otros 1.800 millones.
Garantías costosas
Estas garantías dependen de la evolución de la cartera crediticia que se subastó. Pero hay más cláusulas para proteger a los compradores de circunstancias como fallos en el traspaso de activos a Sareb; sentencias en contra por preferentes y cláusulas suelo; y problemas con los contratos de seguros, entre otras. Hay condiciones de este tipo por valor de 6.300 millones en Banco de Valencia (comprada por CaixaBank), Banco Ceiss (Unicaja), Banco Gallego (Sabadell), Catalunya Banc (BBVA) y NCG Banco (Abanca).
Con Sareb, el Tribunal calcula que hay en juego 1.652 millones de euros que invirtió el Frob a través de deuda subordinada. Pero desde que concluyó el informe, el Fondo público ya ha perdido un 60% de esta inversión (casi 1.000 millones), que se suman a otros 540 millones que ya dio por imposibles de recuperar.
Dando por perdidas la mayor parte de las garantías y la inversión Sareb, la factura del rescate bancario superaría de largo los 75.000 millones, acercándose incluso a los 80.000 millones.
El Gobierno se aferra a Bankia, BMN y las ayudas de Caja 3 y Ceiss para conseguir rebajar la factura del rescate
Para amortiguar esta cifra, el Frob tiene las bazas de Bankia y BMN. Estas participadas del Fondo público estaban valoradas a finales de 2015 en más de 11.000 millones. A día de hoy se mantendrían ligeramente por debajo de esa tasación. Pero si sale bien la estrategia del Gobierno de alargar el plazo de desinversión (hasta 2019), fusionar ambos grupos y esperar a que recuperen terreno en bolsa, esta factura se podría rebajar. Todo lo que obtenga el Frob por encima de los 11.000 millones reduciría la cifra total, y viceversa. Ése es el listón que ha fijado el Tribunal de Cuentas.
Donde a priori se esperan menos sorpresas es con los CoCos de Ceiss y Caja 3, que en 2015 ascendían a más de 1.000 millones. Ibercaja está incluso adelantando el pago de los bonos de Caja 3. Mientras que Unicaja quiere seguir el mismo camino, para lo que trabaja en su posible salida a bolsa y en venta de participadas.