Golpe de efecto de Banco Popular. La entidad todavía presidida por Ángel Ron cerró a finales de 2016 su primera gran venta de activos inmobiliarios de la crisis. Popular alcanzó un acuerdo con el fondo norteamericano Apollo para el traspaso de 220 millones en deuda morosa ligada al negocio hotelero, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Esta operación se ha negociado de forma bilateral y no mediante una subasta abierta al mercado como se produce en otras ocasiones. Para el banco era clave conseguir culminarla con éxito para enviar un mensaje a los inversores de que su nivel de provisiones está ya cerca de lo que se le exige. Éste ha sido el objeto de preocupación para bancos de inversión y fondos en los últimos meses, arrastrando su cotización a niveles críticos, como refleja un informe que UBS hizo ayer público. Hoy ha vuelto a bajar del euro por acción (hasta 0,97 euros por título), tras ser el peor valor del Ibex 35.
La venta de deuda hotelera a Apollo supone no sólo un hito para Popular, también para su presidente saliente. Ron asumió el compromiso el pasado mes de junio (con la ampliación de capital de 2.500 millones) de sanear el balance del banco para enderezar su rumbo. La desconfianza de inversores, accionistas y consejeros precipitaron su salida a principios de diciembre.
Popular ya había intentado en varias ocasiones cerrar ventas de carteras de inmuebles o deuda ligada al ladrillo en los últimos años, teniendo que retirar las operaciones a mitad de camino. Así ocurrió, por ejemplo, con una cartera de 1.500 pisos valorados en 450 millones que trató de traspasar en el verano de 2015, teniendo que dar marcha atrás.
Junto a la cartera hotelera, Popular también ha explorado el mercado con paquetes de deuda a promotores y suelo
Junto a esta cartera de hoteles, Popular también ha explorado el mercado para la venta de paquetes de deuda a promotores y suelo de volúmenes parecidos.
Pero donde de verdad se la juega el banco es con el Proyecto Sunrise, con el que quiere sacar de su balance activos adjudicados por valor de 6.000 millones. Tras una fuerte oposición del BCE y el Banco de España, parece que el banco podría conseguir el visto bueno en las próximas semanas. El bloqueo de esta operación fue clave en la salida de Ron.
Apuesta de Apollo
Por parte de Apollo, la compra de la cartera de Popular coincide con un momento de gran apuesta por España. Recientemente ha cerrado la adquisición de otra cartera hotelera, de CaixaBank, en el Proyecto Sun. Apollo ve un gran recorrido al negocio turístico en España, para lo que fichó a Gustavo Gabarda, ex director general de NH Hoteles.
También apuesta por el negocio bancario, con Evo Banco, y el inmobiliario, a través de Altamira. Tras negociar la posible venta de su 85% en esta plataforma a su socio Santander, parece que esta recompra se ha enfriado, y que Apollo intentará crecer con adquisiciones como la de Oitante o GIA, de Unicaja Banco.