Las primeras cuentas de Emilio Saracho en Banco Popular mantienen la misma tónica que las últimas de Ángel Ron: números rojos. La entidad financiera perdió 137 millones de euros durante los tres primeros meses de 2017, y frente a los 93 millones que ganó en el arranque de 2016.
Estos números rojos eran esperados por el mercado, aunque en menor medida: el consenso de analistas consideraba que Popular perdería 20 millones en este arranque de año. Los ingresos cayeron entre un 9% (margen de intereses) y un 18% (margen bruto), al igual que los costes tras el ajuste producido en la red el año pasado.
Las provisiones siguieron a un ritmo acelerado, de unos 400 millones de euros, principalmente para introducir ajustes de los fallos detectados en las cuentas de 2016. Estos ascendieron a al menos 694 millones en créditos mal provisionados y otros destinados a la ampliación de capital de junio del año pasado. Saracho evitó reformular las cuentas del año pasado, algo que llegó a plantear la CNMV. A cambio, tendrá que ir aplicando este saneamiento durante 2017.
Dos de los datos en los que más se fijará el mercado son la morosidad y el capital. Respecto al primero, se sitúa casi en el 15%, a pesar de que el banco redujo en unos 569 millones sus activos improductivos durante el primer trimestre, aumentando la cobertura hasta el 45,2%. El capital regulatorio se sitúa en el 10,02%, una ratio casi tres puntos inferior a la de hace un año, antes de que Popular ampliara capital en 2.500 millones.