Unicaja Banco tiene una clara hoja de ruta para los próximos meses: salir a bolsa para devolver las ayudas públicas que recibió su filial Banco Ceiss (antigua España-Duero). Esta operación está pendiente de que sea aprobada por su junta general de accionistas (el próximo 26 de abril) y de que surja una ventana de oportunidad en el mercado. Fuentes financieras consultadas por este medio, señalan que el periodo más probable para la operación sería entre junio y la primera mitad de julio, aunque todo depende de las condiciones de la bolsa.
La entidad malagueña ya ha comunicado que pondrá en circulación 625 millones de nuevas acciones. Teniendo en cuenta que actualmente tiene 923 millones de títulos y el valor en libros del banco, le permitiría captar en torno a 1.400 millones en caso de colocar las acciones con una tasación de una vez valor en libros.
A día de hoy, sólo un banco español cotiza por encima de su valor en libros: Bankinter, que lo hace en torno a las 1,7 veces. BBVA, CaixaBank y Bankia están cerca de su valor en libros; Santander y Sabadell entre las 0,7 y 0,8 veces; y Popular y Liberbank entre las 0,3 y 0,4 veces. De media, el sector está en las 0,85 veces, con las que Unicaja captaría en la salida a bolsa 1.200 millones. En un escenario como el de Sabadell y Santander, se quedaría en los 1.000 millones. Y de salir a cotizar en con una valoración de 0,5 veces libros, conseguiría 700 millones.
La clave de esta operación está en la línea roja que su principal accionista, la Fundación Unicaja, con un 86,7%, marque como el descuento tope para poder salir a bolsa, sin que le genere un agujero inasumible para sus cuentas.
Objetivos
Los dos primeros objetivos de la entidad malagueña con esta operación tendrán que ver con las ayudas públicas recibidas por España-Duero. En primer lugar, tiene que devolver los bonos convertibles contingentes (CoCos) que Ceiss recibió para la fusión, por importe de 604 millones. En segundo lugar, tiene que recomprar la participación del Frob en España-Duero, que actualmente asciende al 21,1%, con una valoración de unos 70 millones de euros.
También hay antiguos preferentistas de las cajas castellanoleonesas que no aceptaron el canje por acciones de Unicaja, con un 9,4% valorado en unos 30 millones. La meta a corto y medio plazo de la entidad malagueña sería conseguir el 100% de España-Duero para absorber la filial y prescindir de la estructura de doble banco, según fuentes próximas a la operación.
Devolver las ayudas de España-Duero elevaría los márgenes de Unicaja Banco en casi un 6%
La devolución de las ayudas públicas no sólo permitiría a Unicaja desaparecer del foco de Bruselas y del Frob, y la amenaza que ello supone, sino que le ahorraría 60 millones anuales en cupones que cuestan las ayudas al grupo. Son 60 millones que una vez se devuelvan todas las ayudas se suman íntegramente al margen bruto. Unicaja generó unos ingresos de 1.089 millones el año pasado, que sin el coste de los CoCos hubieran sido un 5,5% superiores.
Entre los retos del grupo andaluz está convencer al mercado de que su modelo de negocio se acerca más al de un CaixaBank y Bankia, por valoraciones, que al de Liberbank. Tiene a su favor que el interés de los fondos por la banca europea está creciendo por la expectativa de subidas de tipos de interés a partir de 2018 y las valoraciones en máximos históricos de sus competidores norteamericanos. Sin embargo, la clave está en acertar en el momento.