El Gobierno mueve ficha sobre el Banco de España. A 12 días de que expire el mandato del actual gobernador, Pablo Hernández de Cos, Moncloa maneja una opción que nadie esperaba en el sector financiero. Se trata de dejar al frente de la institución a la subgobernadora, Margarita Delgado. El mandato sería provisional, pero serviría al Ejecutivo para poner a prueba la capacidad de la actual 'número dos'.
Esta opción dejaría abierta la puerta a que Delgado acabara ocupando definitivamente el trono de Hernández de Cos. Esta sucesión 'natural' había perdido fuerza en las últimas semanas, a medida que ganaban puntos otros candidatos para la sucesión. Pero el propio ministro de Economía, Carlos Cuerpo, recordó este miércoles en público que la fecha del 11 de julio -cuando acaba el mandato del gobernador- "no es vinculante".
Por su gran conocimiento de la institución y por su buena trayectoria, Margarita Delgado siempre ha sido la candidata favorita de los banqueros españoles. En su favor tiene a la vez el 'debe' del Gobierno, que no la arropó suficientemente en su carrera por un puesto prestigioso en el Banco Central Europeo, para centrar los apoyos en la candidatura de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones.
Sin embargo, la subgobernadora había quedado relegada en las quinielas en las últimas semanas, adelantada por cuatro candidatos: Monserrat Martínez (vicepresidenta de la CNMV), Fernando Restoy (presidente del Instituto de Estabilidad Financiera), José Manuel Campa (presidente de la Autoridad Bancaria Europea) y Ángel Ubide (director de análisis económico de Citadel LLC y próximo a Pedro Sánchez).
La solución provisional para el Banco de España comenzó a ganar fuerza en los últimos días. Hay un hecho concreto que despertó las sospechas de la banca. Este martes, Margarita Delgado sorprendió al cuestionar la OPA de BBVA sobre el Sabadell. "¿Queremos campeones paneuropeos a cualquier precio? La respuesta es 'no'. Más grande no siempre es mejor", aseguró en Fráncfort.
Delgado, que representa a una institución independiente, se alineaba con el Gobierno, predispuesto a vetar la operación antes de conocer el diagnóstico de los reguladores implicados, con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la cabeza. En el sector financiero, e incluso dentro del propio Banco de España, hay quien ha entendido las declaraciones de la subgobernadora como una forma de hacer 'méritos' en la carrera sucesoria. No hay que olvidar que el nombramiento del gobernador depende en última instancia del ministro de Economía. Y Carlos Cuerpo ha sido, precisamente, el ministro que más claro y rotundo se ha manifestado contra las aspiraciones de BBVA de absorber al Sabadell.
La postura de Delgado también choca con la que expresó cinco días antes el gobernador. En la reunión anual del Cercle d'Economía, Pablo Hernández de Cos pidió prudencia e instó a los actores públicos que intervienen en la operación a medir los pros y los contras. "No podemos precipitarnos a la hora llegar a una conclusión", señaló Hernández De Cos en su última intervención pública. "El grado de concentración no siempre es el mejor indicador para medir la competencia en el sector", añadió.
Más renovaciones en el Banco de España
Aplazando el nombramiento de un nuevo gobernador, Moncloa busca persigue dos objetivos. Por un lado, tomar el pulso a Margarita Delgado cuando se siente en el sillón del gobernador, aunque sea de forma provisional. Por otro, gana tiempo para decidir qué hace con el otro puesto clave que queda por renovar en el Banco de España: el de la propia subgobernadora, que caduca el 11 de septiembre.
Tradicionalmente, los nombramientos del gobernador y el subgobernador han sido pactados por el Gobierno y el principal partido de la oposición. Hasta el momento, Moncloa no ha mostrado intención alguna de ofrecer al PP que proponga un candidato para la plaza de subgobernador. Ahora bien, las elecciones europeas pueden influir en la estrategia del Ejecutivo. Una vez trascurridos los comicios, y si el resultado es favorable al PSOE, Moncloa se verá con más fuerzas para desdeñar a Génova. Y, sobre todo, para elegir un gobernador con un perfil más político.
El plan de posponer el nombramiento hasta después de las europeas da alas a otro de los candidatos que se había quedado por el camino: José Luis Escrivá. Fuentes próximas al Banco de España recuerdan que el actual ministro de Transformación Digital y de la Función Pública siempre ha tenido a su favor su amplio conocimiento de la institución, en la que ya ha trabajado. Su gran hándicap, sin embargo, era el perfil político, tras portar dos carteras ministeriales en las dos coaliciones de Pedro Sánchez.
En Moncloa son conscientes de que un nombramiento como el de Escrivá podría generar demasiado ruido antes de unos comicios. Pero las circunstancias serían distintas tras el 9-J. El Gobierno, además, sabe que ya hay un precedente y lo protagonizó un gabinete socialista. En concreto, el de José Luis Rodríguez Zapatero, que nombró gobernador del Banco de España a Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Con Escrivá, Sánchez podría calcar la operación.