Economía

El Banco de España cambió las normas contables al estallar la crisis

El Banco de España trató de maquillar la regulación cuando estalló la crisis en el año 2008 para intentar suavizar y diferir el reconocimiento de la morosidad y las pérdidas, provocada

  • Imagen de la sede del Banco de España.

El Banco de España trató de maquillar la regulación cuando estalló la crisis en el año 2008 para intentar suavizar y diferir el reconocimiento de la morosidad y las pérdidas, provocada por la expansión del crédito que infló la burbuja inmobiliaria. En concreto lo hizo a través de la Dirección General de Supervisión.

Según revela el diario El País este jueves, "un grupo de trabajo interno denominado Comité Técnico de Coordinación (CTC) dio instrucciones a los inspectores para que no se exigiera el cumplimiento de la legalidad vigente a las entidades supervisadas en las operaciones relacionadas con la refinanciación de préstamos hipotecarios y de consumo".

De esta forma, el CTC sólo permitía que los inspectores comunicaran de manera oral a los bancos esta directriz e impedía que lo hiciesen por escrito. Según la información de este periódico, el Banco de España se escudó el miércoles en que su propósito no era otro que "homogeneizar la aplicación de las normas".

Según el material al que ha tenido acceso El País, dicho Comité Técnico de Coordinación, "es un grupo creado dentro de la Dirección General de Supervisión del Banco de España al que concurren los llamados coordinadores ejecutivos de los cuatro departamentos de inspección".

En sus encuentros se someten a análisis las cuestiones detectadas en sus relaciones con las entidades bancarias. "A su vez, el CTC formula recomendaciones a los inspectores sobre distintas materias. Muchas de ellas, sobre todo a partir de la crisis financiera de 2008, sobre las normas contables vigentes", añade el diario de Prisa.

La Dirección General de Supervisión (DGS) propuso el 10 de junio de 2009, a través de un CTC, “flexibilizar la aplicación literal de la norma sobre refinanciaciones” de hipotecas con el objetivo de que los créditos continuasen siendo calificados como normales, o subestándar pero no como dudosos. "Con ello se maquillan los morosos mostrados en balance y los resultados contables no sufrían", explica.

De esta forma, la Dirección General de Supervisión esperaba ganar algo de tiempo con la modificación contable y trató de camuflar de cara a los mercados los profundos problemas que padecían las entidades financieras, en especial las cajas de ahorro. 

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