Economía

El regalo de Linde a su sucesor: el Banco de España mejorará sus previsiones

El supervisor no descarta una mejora de las previsiones gracias al impulso fiscal que supone el Presupuesto de 2018

  • El gobernador del Banco de España, Luis María Linde.

El todavía gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha comparecido por última vez en el Senado para valorar los Presupuestos de 2018. Y lo ha hecho haciendo un regalo al que será su sucesor, Pablo Hernández de Cos, que tendrá que revisar al alza las previsiones del supervisor cuando ocupe su cargo.

Las previsiones, presentadas en marzo, contemplan un crecimiento del PIB del 2,7% este año, del 2,3% en 2019 y del 2,1% en 2020. Pero se presentaron antes de conocer el Presupuesto de 2018, que incluye un impulso fiscal que permitirá que la economía evolucione mejor de lo esperado. Eso sí, no todo son buenas noticias, tendrá costes en términos de déficit.

De hecho, Linde ha puesto en duda una vez más las previsiones de ingresos y gastos de 2018 y la posibilidad de que España vaya a reducir el déficit público al 2,2%, como pactó con la Comisión. A su parecer, el gasto en pensiones y en los salarios públicos será más elevado de lo que dice el Gobierno y la posibilidad de incumplir lo pactado está ahí. Bruselas, de hecho, cree que España se desviará cinco décimas del objetivo. “Son previsiones que hay que tomar como una señal de alerta”, ha dicho.

El Gobierno tiene que vigilar muy de cerca los ingresos y estar preparado para actuar si hay desviaciones

Según Linde, el objetivo “está sujeto a riesgos” y para evitar que se materialicen, el Gobierno tendrá que estar preparado para actuar a tiempo. Tendrá que asegurarse de que se cumplen estrictamente las previsiones de gastos y vigilar de cerca los ingresos. Y actuar si llega el momento, ya que la consolidación fiscal sigue siendo una tarea capital en estos momentos.  

Además, habrá que actuar para reducir el déficit estructural, puesto que la reducción planteada en el Programa de Estabilidad es bastante modesta. De hecho Linde ha dicho que todo el ajuste de 2018 y dos tercios del planteado hasta 2021 se hace gracias al ciclo económico, sin abordar el déficit estructural y el elevado nivel de deuda pública, lo que deja a España es una situación vulnerable ante eventuales episodios de inestabilidad.

Y es que la única forma de reducir la deuda pública es acabar con el déficit. Y no hay que hacerlo para cumplir con lo que pide Bruselas, sino porque es bueno para España y la mejor protección ante shocks externos. Por eso es tan importante la consolidación fiscal, la deuda tardará años en volver a situarse por debajo del 60%, lo primero que hay que hacer es acabar con el déficit.

Las pensiones

Linde no querido irse sin volver a hablar del problema del envejecimiento y el reto que supone reformar el sistema de pensiones para asegurar su viabilidad a medio y largo plazo. Las medidas pactadas con PNV, tal y como ha dicho,  pasan por encima de la reforma de 2013, al volver a ligar las pensiones al IPC en 2018 y 2019 y posponer la entrada en vigor del factor de sostenibilidad. No ha valorado la medida en sí, pero en su informe anual ya dejó claro que no le gusta lo que ha hecho el Gobierno.

Lo que sí ha dicho, una vez más, es que convendría que se decidiera qué tasas de sustitución se quieren para poder adecuar después los ingresos del sistema a ese nivel. “Es una cuestión estructural que requiere un debate que no se puede limitar al Presupuesto de un solo ejercicio”, ha dicho el gobernador, que dejará el supervisor la semana que viene.

 

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