Diez años después que comenzase la crisis los bancos españoles siguen soltando lastre inmobiliario. No es su negocio y ayer fue el turno de BBVA y Banco Santander. Las dos principales entidades financieras del país acordaron el pasado viernes vender, junto a Merlín, el 50,01% de Testa Residencial al fondo estadounidense Blackstone por 948 millones de euros, operación que valora la socimi en 1.985 millones de euros.
El acuerdo se ha producido después de que Blackstone haya planteado una oferta vinculante a un precio de 14,33 euros por acción a los principales accionistas de la sociedad -Santander (36,87%), BBVA (25,24%), Acciona (20%) y Merlin (16,95%)-. El precio implica una prima respecto al cierre del pasado viernes en el MAB y representa una ventana de liquidez para los socios que querían salir o reducir su exposición a la sociedad meses después de su fallida salida al Mercado Contínuo.
En concreto, los dos principales bancos del país ingresarán 626 millones con esta operación. BBVA ha vendido la totalidad de su participación por 478 millones de euros y Santander obtendrá 148 millones. La entidad que preside Ana Botín ha decidido vender solo un 7,82% de Testa y mantenerse como accionista en la sociedad con un 29,05%.
Santander ha vendido el porcentaje necesario que permite a Blackstone hacerse con el 50,01% de la sociedad
Merlin también ha decidido vender la totalidad de participación y ha ingresado 321 millones que destinará a reducir deuda. Acciona, en cambio, no ha aceptado, por el momento, la oferta de 379 millones de euros que Blackstone le ha puesto encima de la mesa. Fuentes oficiales de la compañía que preside José Manuel Entrecanales, que entró a mediados de 2017 en el capital de Testa, no han querido hacer comentarios al respecto.
Por su parte, la participación que ha vendido Santander es clave, pues posibilita la operación al ser el porcentaje necesario para que Blackstone se hiciera con una participación superior al 50%. De este modo, tras comprar el año pasado el 51% del ladrillo de Popular, el fondo norteamericano también será socio del banco cántabro en esta compañía. Además, está interesado en comprar, junto a Centerbridge, la Ciudad Financiera que tiene en Boadilla del Monte.
BBVA, de su lado, espera que la operación le genere plusvalías, ya que prevé un impacto positivo tanto en su cuenta de resultados como en su ratio de capital. El acuerdo, además, representa un paso más en el desagüe de sus activos inmobiliarios tras la venta de casi toda su cartera inmobiliaria a Cerberus. De hecho, desde diciembre de 2016, el banco que preside Francisco González ha recortado en 20.000 millones su exposición al ladrillo.
OPA por el 100%
En la actualidad, Testa, sociedad constituida por Santander, BBVA y Merlín a raíz de la fusión del negocio residencial de esta última y parte del negocio de la antigua Metrovacesa, es el líder del mercado residencial del alquiler en España. Cuenta con 10.615 viviendas, valoradas en más de 2.500 millones de euros, y obtiene rentas de 85 millones al año con una tasa de ocupación del 91,4%.
Blackstone tiene intención de hacerse con el 100% de la compañía. Por eso, además de la propuesta realizada a los principales accionistas, ha hecho una oferta en los mismos términos a los minoritarios, que ostentan un 0,47% del capital, lo que supone una prima ligeramente superior al 3% respecto al debut de la compañía en el MAB el pasado 26 de julio.
El fondo ya cerró con éxito este mismo verano una opa por Hispania, lo que demuestra el gran apetito del fondo por el sector inmobiliario español. De hecho, la sociedad es el actor de referencia en el sector, con más de 20.000 millones de euros invertidos en viviendas, inmuebles logísticos, oficinas, locales comerciales y hoteles.
Esta previsto que la operación se complete entre octubre y diciembre de 2018. Una vez culminada, Blackstone contará con cuatro socimis en el MAB, pues además de Testa, contará con Fidere, especializada también en el alquiler residencial, Albirana y Corona.