Bankia sigue siendo excepcional, también para el ajuste donde será la excepción del calendario. El Banco de España ha decidido sacar a la entidad de la agenda prevista para reordenar el sistema financiero y darle “hasta un año y medio o dos” más de los que tendrá el resto de entidades para cerrar su ajuste, según fuentes del banco central.
El Gobernador del Banco de España, Luis Linde, ha asegurado que el la restructuración de las entidades estará “totalmente diseñada y acabada en junio de 2013”. Sin embargo, la digestión de Bankia “requerirá más tiempo”, admitió el gobernador.
"Hay alguna entidad grande que requiere más tiempo", admite Luis Linde
Fuentes de la patronal bancaria admiten que la digestión de la entidad madrileña requiere más tiempo no sólo por parte de Bankia (que afrontará un profundo saneamiento) sino también por parte de las demás grandes entidades que todavía deberán digerir a los bancos pequeños que están adquiriendo. Por ese motivo, esas fuentes aseguran que “medio año” más puede ser un objetivo demasiado ambicioso.
Restructuración pendiente
El calendario oficial ha sido pactado con el Banco Central Europeo (BCE) y con la Comisión Europea (CE) concluye en junio de 2013 y todavía tiene pendientes varios hitos:
- En primer lugar, este mismo mes de noviembre, todas las entidades que no puedan afrontar sus recapitalizaciones sin ayudas públicas deberán ser “resueltas”. Eso significa que el banco central deberá determinar qué entidades no viables serán sometidas a ese “proceso de resolución”.
- A partir de ahí, antes del próximo mes de diciembre deberán estar aprobados todos los planes de restructuración o resolución de las entidades participadas por el FROB.
- Finalmente, las entidades que no requieran ayudas públicas tendrán hasta junio de 2013 para ejecutar sus planes de recapitalización y demostrar su solvencia.
En paralelo, el Banco de España deberá gestionar el llamado banco malo o “Sareb”. La Sociedad de Gestión de Activos estará en funcionamiento el 1 de diciembre pero –según el gobernador—“su futuro financiero, dependerá de la velocidad de la reactivación económica". Linde reconoce que, además del entorno macro, la gestión “no será fácil" y su actividad "complicada".
