Caixabank y Bankia siguen adelante con el proyecto de fusión. Ambas entidades están negociando los pormenores del proceso pero también están centradas en cerrar el ejercicio, que aún lo firmarán por separado. Por ese motivo, los bancos no quieren comenzar a pensar en la estructura de la nueva entidad y mucho menos en el nuevo comité de dirección hasta al menos el próximo mes de enero.
Pero esto no quita para que ambas entidades ya hayan contratado a asesores externos para que comiencen a analizar a todos los directivos y a sus comités de dirección. Por el momento sólo se ha fichado a Egon Zehnder pero se espera que lleguen más refuerzos al ser un proceso muy complejo y laborioso, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes financieras.
Cuáles serán los nombres del nuevo comité de dirección es una de las incógnitas que no se ha despejado y parece que aún quedan algunos meses para que ésta se resuelva. Al igual que el futuro del actual consejero delegado de Bankia, José Sevilla, del que no se conoce su decisión. El propio banquero reconoció en rueda de prensa que aún es pronto para hablar de si ocupará o no un puesto en Caixabank.
Por el momento, lo único oficial es que la entidad resultante de la fusión estará presidida por José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, una vez sea designado por el nuevo Consejo de Administración de Caixabank, y que tendrá a Gonzalo Gortázar de consejero delegado.
El presidente, que tendrá la condición de ejecutivo, será responsable de las áreas de Secretaría del Consejo, Comunicación Externa, Relaciones Institucionales y Auditoría Interna (sin perjuicio de mantener la dependencia de esta área de la Comisión de Auditoría y Control). El consejero delegado tendrá las competencias en todas las áreas de negocio, la relación con el Banco Central Europeo (BCE) y el departamento de riesgos.
El proceso
Egon Zehnder y las otras empresas que se contraten se encargarán de hacer la criba en las cúpulas directivas de los bancos. Se prevé que se entrevisten a unos 2.000 directores para escoger entre ellos al nuevo equipo que llevará la nueva Caixabank, una vez haya terminado la integración tecnológica. Los bancos estiman poder cerrar la operación en marzo para poder comenzar a hacer la migración.
Para realizar esta fusión Caixabank realizará una ampliación de capital por un importe máximo de 2.079 millones de euros mediante la emisión de nuevas acciones con el objetivo de atender al canje de los títulos de Bankia en el proceso de fusión por absorción, según consta en el acuerdo común de fusión consultado por Europa Press.