Economía

Así son los barcos cargados de agua que podrían llegar a Cataluña para paliar la sequía

La idea original era transportar agua desde Sagundo en barcos-cisterna. Al final, la Generalitat lo ha dejado como segunda opción e invertirá más de 100 millones en una desaladora flotante

  • El barco Sichem Defender, que llegó a Barcelona desde Tarragona en la sequía de 2008

Desde hace meses, años incluso, Cataluña atraviesa una complicada situación a causa de la angustiosa sequía que asola la comunidad. De hecho, el año arrancó como el más complicado en este sentido, con las reservas en el 16,8%, tal y como contamos en Vozpópuli. Tanto es así, que el Gobierno y las autonomías han tenido que tomar cartas en el asunto y han empezado a plantear medidas para hacer frente a la situación. En Moncloa ya estudian permitir el agua reutilizada para consumo humano, "siempre que se cumplan las garantías para la salud".

Esta reutilización del agua todavía está en el tintero, al igual que la idea del Gobierno de llevar agua a Cataluña a través de barcos-cisterna desde Valencia. En febrero, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en colaboración con el 'president' de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, llegaron al acuerdo de llevar agua en barcos desde la desalinizadora ubicada en Sagunto hasta Cataluña. Finalmente, la Generalitat lo ha dejado como segunda opción (y solo en caso de extrema necesidad) y a cambio invertirá más de 100 millones en una desaladora flotante en el pul erto de Barcelona.

En cualquier caso, la idea todavía flota en la cabeza de algunos miembros del Gobierno y, si las lluvias y la desaladora no son suficientes, siempre podrán recurrir a estos grandes barcos que ya se utilizaron en 2008. "No los descartamos para más adelante, pero en verano no están previstos", concretó hace unas semanas el secretario general de Acció Climàtica, Josep Vidal. Por su parte, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, confirmó que si se hace, será más adelante. "Es una solución que está prevista, como están previstas muchas otras", agregó. 

El planteamiento inicial, antes de que se decantaran por las desalinizadoras, era que las cisternas comenzaran a llegar a partir de junio, cuando inicie la época estival. Si finalmente se activa este plan, la idea es que salgan dos barcos diarios.

Cada uno de ellos podría transportar hasta 20.000 m³ de agua, que solo representan el 8% del consumo de agua diaria en la ciudad de Barcelona. Ese agua estaría proyectada para abastecer a una población de hasta 250.000 habitantes al día. El límite de agua que se podrá transportar hasta final de año será de 7 hm3.

Los barcos en cualquier caso no resultarían muy útiles, no solo por el coste económico que supondría sino que además no cubriría las necesidades de la comunidad. Según informó Newtral, un barco cargado con 20.000 metros cúbicos de agua (0,02 hectómetros cúbicos) podría llenar aproximadamente un 0,3% del embalse de Canelles, el mayor de la comunidad. Es decir, si se manda un barco al día, harían falta 94 años para llenarlo entero, o 34.000 barcos para llenarlo en un solo día.

Por otro lado, solo se podrían enviar dos barcos al día porque es un proceso lento. Concretamente, se habla de que los barcos tardarían doce horas en llenar esa cantidad de agua, además del transporte de la misma.

Una historia repetida

La referencia de cómo podrían ser esos barcos la encontramos en 2008, año en el que se mandaron por primera vez, barcos de una comunidad a otra. Entonces, el beneficiado fue Barcelona. La ciudad condal recibió al navío Sichem Defender procedente de Tarragona y cargado de 19.000 metros cúbicos de agua potable, el equivalente al consumo diario de unas 170.000 personas.

Aunque originalmente se contemplaron 189 viajes por un coste total de 53 millones de euros, aunque finalmente el Sichen Defender realizó un único viaje, ya que llovió más de lo esperado.

Otras medidas para paliar la sequía en Cataluña

No es esta la única medida llevada a cabo por el Gobierno y las comunidades autónomas. Después de muchos años pidiendo ayudas concretas y eficaces, los trabajadores del sector del campo y la sociedad por fin empiezan a ver que las administraciones se 'comprometen' a intentar paliar la sequía. Una de las medidas más importantes es la posibilidad de utilizar agua usada para consumo humano, "siempre que se cumplan las garantías para la salud".

Por otro lado, los expertos y trabajadores del sector, liderados por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), han aprovechado la situación para volver a sacar al debate público la necesidad de mantener e impulsar la construcción de embalses como solución a las épocas de sequía.

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