Decía Manuel Galatas, director de BBVA en Asia en 2009, antes de que la entidad española completase su participación en el Citic Bank adquiriendo un 4,93% por 1.063 millones para alcanzar el 15%, que la inversión en China "tenía una vocación estratégica". Sin embargo, la entidad presidida por Francisco González acabó definiéndola en su balance como una participación financiera no estratégica. La decisión ha terminado por convertir la aventura china de BBVA en uno de los peores negocios de la banca española en años con una factura que asciende a 2.846 millones desde 2006, año en el que la entidad española entró, con un 5%, en el accionariado del Citic Bank.
Cierto es que la decisión de BBVA de desinvertir en China viene motivada por la nueva reglamentación de Basilea III que penaliza enormemente en capital las participaciones financieras no estratégicas en las que un banco tenga un control por encima del 10%. Este es el caso del Citic Bank, donde BBVA poseía un control del 15%. La diatriba para el banco presidido por FG era clara: elegir entre susto o muerte. Perder 5.300 millones en capital por defender el 15% en el Citic, lo que le hubiera obligado a una consecuente macroampliación de capital, o deshacer cuentas en China y aflorar pérdidas.
La entidad reconoció este jueves que la venta del 5,1% del Citic tendrá un impacto (pérdidas) en la cuenta de resultados del grupo de 2.300 millones, fruto de poner a valor de mercado toda su participación (el 15%) en el banco chino. En libros, la valoración ascendía a 3.900 millones.
A este 'one-off', hay que sumar la inversión de 1.880 millones que efectuó BBVA en tres tramos para alcanzar este 15% del Citic Bank. Según datos de la propia entidad, en noviembre de 2006, la entidad española adquirió el 5% del Citic por 501 millones. Casi dos años después, julio 2008, amplió su participación en otro 5,7%, por 316,5 millones. Finalmente, la fuerte revalorización de los títulos del Citic obligaron a BBVA a pagar 1.063,9 millones por un 4,93%, en diciembre de 2009. En total, el banco azul pagó 1.880 millones por su incursión en China. A cambio, la entidad española habrá recibido 390 millones en dividendos por su participación en el Citic a cierre de este ejercicio y otros 944 millones por la venta del 5,1% anunciada este jueves.
De esta manera, el coste de la inversión total en el Citic Bank chino alcanza los 2.846 millones en apenas siete años. Una cifra que puede reducirse a futuro si BBVA decide poner a la venta algún paquete de su 9,9% restante o con los dividendos que genere esta participación.
Números rojos en España, ¿números rojos en el grupo?
La salida parcial del mercado chino amenaza, además, con llevarse por delante los beneficios del grupo en este ejercicio y sus consiguientes dividendos. Hasta julio, BBVA firmaba unos beneficios de 2.882 millones, un 91% más que en el mismo período del año anterior, alentados por las plusvalías de las desinversiones en Latam. De hecho, su cuenta fue impulsada por unos 1.700 millones de euros de extraordinarios, de los que 471 millones se registraron en el segundo trimestre, por la venta de las gestoras de pensiones en Colombia y Perú.
El impacto negativo de 2.300 millones en resultados de la venta del 5,1% del Citic Bank reduce considerablemente los beneficios de una cuenta de resultados que apunta al rojo en España por la eliminación de las cláusulas suelo. La aplicación de esta medida a la cartera hipotecaria afectada por la sentencia producirá una reducción del beneficio neto después de impuestos a final de año en el entorno de los 265 millones de euros.
Este coste se une a las provisiones que tendrá que efectuar BBVA por la reclasificación de sus préstamos refinanciados que ascienden a 29.000 millones, de los que 19.750 millones corresponden a créditos reestructurados en España. De ellos, alrededor de 5.500 millones están catalogados como morosos. Esta reclasificación, como sucedió el pasado año con las provisiones de los dos planes Guindos, impactarán directamente en las cuentas de la división española.
El difícil panorama en la cuenta de resultados de BBVA amenaza el reparto de dividendos del grupo. Desde la entidad se explica que la decisión final está en manos del Consejo del banco que tendrá que decidir si modifica o no la política de dividendos. Esta debe adecuarse a la nueva legislación del Banco de España que limita al 25% de los beneficios el reparto de dividendos en efectivo.
Más solvente pero con el dividendo amenazado
Frente a la pérdida en el corto plazo que pueden sufrir los accionistas, éstos contarán con una entidad más solvente en cuanto a capital. La venta del 5,1% del Citic Bank mejorará en 72 puntos básicos (2.400 millones) el ratio de core capital de mayor calidad conforme a las exigencias de Basilea III "fully-loaded", un colchón útil en un momento en que la banca española afronta en Europa una nueva revisión de la calidad de sus activos y en casa un incremento sin parar de los créditos morosos.
BBVA asegura que, tras completarse la operación, su ratio de core capital de Basilea III se situará a finales de 2013 "cómodamente" por encima del 9% exigido. Un buen dato de solvencia que debe incrementarse con la implantación de la nueva legislación que cocina el Gobierno sobre los activos fiscales diferidos (DTA's) para mejorar los niveles de capital de la banca española.
Incluso el ratio de BBVA podría superar de largo el 10% si finalmente lograse la adjudicación de Novagalicia. La entidad gallega cuenta con un volumen de DTA's por valor de 4.500 millones que recaerán en el balance de su comprador, siempre que sea un banco español. De ahí, el enorme interés de BBVA y Caixabank, principalmente, por ganar la puja de la entidad gallega frente a Santander y el fondo Guggenheim.