Los incentivos fiscales que el Gobierno ha incluido en los Presupuestos se reducen en un 7,6% con respecto a los aplicados el año pasado, consecuencia, en parte, de los cambios normativos conocidos desde el verano de 2015, fecha de elaboración del último presupuesto, y también de las mejoras introducidas en las metodologías de cálculo. El gasto fiscal suma en conjunto 31.868 millones, 2.631 menos que en 2016. Se trata de una cifra que ha ido disminuyendo año a año y que contrasta, por ejemplo, con los 38.360 millones de los presupuestos de 2014.
Los beneficios fiscales para este año se han visto reducidos en 2.631 millones con respecto al año pasado
Del Impuesto sobre la Renta derivan buena parte de estos beneficios, 7.790 millones en total, aplicables, sobre todo, a través de las deducciones por inversión en vivienda habitual (1.177 millones) que disminuyen más de un 5%. Pesan también en este impuesto las deducciones por familia numerosa o personas con discapacidad a cargo (1.154 millones), así como las que proceden de la tributación conjunta (1.151 millones). En este último caso, hay una merma superior al 15% con respecto al año pasado. A continuación figuran las deducciones por maternidad, aportaciones a planes de pensiones, donativos, alquiler de vivienda habitual y otras exenciones.
El presupuesto de beneficios fiscales por IVA roza los 19.000 millones de euros y en este apartado se recoge la aplicación del tipo reducido a algunos alimentos, determinadas viviendas y servicios de transporte y restauración, así como el superrreducido para alimentos básicos, medicamentos, prensa y libros. Este gasto fiscal se reduce en punto y medio con respecto a 2016.
En Sociedades, el volumen total de beneficios fiscales se acerca a los 2.130 millones, el 6,7% del total presupuestado. Hay una minoración de 1.714 millones con respecto al año pasado que se explica, en parte, por la supresión de los tipos reducidos de gravamen que aplicaban las pequeñas y medianas empresas. En el presupuesto de este año se establecen también deducciones en los impuestos especiales y en los que gravan la renta de no residentes, entre otros.
El mayor peso del gasto fiscal en los presupuestos de este año se lo llevan el Impuesto sobre la Renta y el IVA
La clasificación de los beneficios fiscales para este ejercicio según las políticas de gasto, colocan en primer lugar algunas exenciones en el IVA, otras relacionadas con el tratamiento que reciben en el IRPF algunos premios de loterías, las destinadas a agricultura, pesca y alimentación, comercio turismo y pymes y servicios sociales. La sanidad, la vivienda, la educación, las pensiones y las subvenciones al transporte, superan todas también los 1.000 millones de euros en esta clasificación.