La Comisión Europea quiere sacar adelante un Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros, de los que 560.000 se destinarán a ayudar a los países a financiar "reformas estructurales e inversiones estratégicas" que llevan tiempo pidiéndoles. De esos 560.000, un total de 310.000 millones serán ayudas a fondo perdido, de las que España recibirá un 20%.
Para poder sacar adelante este plan, Bruselas necesita el consenso de todos los países incluido el de los llamados 'cuatro frugales' que están poniendo trabas al diseño. La reunión de este viernes se saldó sin acuerdo, y los países se emplazaron a un nuevo encuentro a mediados de julio que quizá pueda celebrarse de forma presencial.
La idea de la Comisión es que las ayudas que le correspondan a cada país se liberen en dos pagos anuales, pero, según ha podido saber Vozpópuli de fuentes cercanas al gobierno comunitario, sólo liberarán el dinero si se han cumplido ciertos hitos en las reformas pactadas.
Cada país tiene que presentar su plan de recuperación dentro del marco del Semestre Europeo y en él deben incluir las reformas que tienen previsto realizar, que sean coherentes con las prioridades europeas (transición verde, transformación digital, sociedad inclusiva) y también coherentes con las recomendaciones específicas que Bruselas ha hecho a cada Estado.
Seis grandes reformas en España
Los planes de cada país deberán ser validados por la Comisión y refrendados por el Consejo Europeo, de forma que todos los países podrán debatir y decidir sobre cómo y dónde se invierte ese dinero que se financiará con deuda.
El Gobierno de España está trabajando en ese programa para poder compartirlo con la Comisión y, tal y como avanzó la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en el Congreso de los Diputados, este plan se centrará en seis ejes: transformación ecológica y economía verde; transformación digital; formación profesional; inversión en ciencia; optimización de servicios públicos para hacerlos más eficientes; e inversión en el campo.
