La Comisión Europea ha pedido este lunes a España que continúe la senda de las reformas sobre todo para "crear empleo", en un país con una tasa de desempleo cerca del 20%, sólo superado por Grecia en la Unión Europea a 28, y con un 27,9% de la población en riesgo de pobreza o exclusión social.
"Todo lo que podemos pedir a España es que continúe con las reformas y con la puesta en práctica de esas reformas", ha indicado en una rueda de prensa la comisaria de Empleo y Asuntos Sociales, Marianne Thyssen.
La comisaria ha pedido al Gobierno de Mariano Rajoy no caer en la "complacencia" pese a la mejora de su economía y ha llamado a no olvidar las medidas que están estimulando la inversión en la economía, investigación y productividad porque "necesitamos crear empleo".
Thyssen ha situado a España entre los países con una "gran necesidad de reformas" porque sus problemas estructurales han sido más graves que los de otros Estados miembro, pero ha reconocido los esfuerzos cumplidos hasta ahora y que permiten ver que "vuelve la recuperación".
Según los datos del estudio anual sobre la evolución social y del empleo en Europa (ESDE) publicado este lunes por Bruselas, España no solo está a la cabeza del desempleo, sino que sus cifras siguen estando más de 10 puntos porcentuales por encima de los niveles de paro registrados antes de la crisis.
También alerta de la precariedad del empleo, con más de un 20% de trabajo temporal (ranking que lidera con Polonia), un 9,5% de desempleo de larga duración y una cifra del 44% de desocupados entre los más jóvenes.
Además, el 26% de los españoles empleados tienen contratos temporales y el 60% de quienes trabajan a tiempo parcial no querrían una jornada reducida.
Pobreza y exclusión
"Estamos encaminados hacia un mayor crecimiento y empleo, sin embargo, es posible que los jóvenes de hoy y sus hijos acaben teniendo una situación peor que la de sus padres", ha alertado la comisaria, que ha pedido "actuar con rapidez" para evitar que el pilar social se dañe en el futuro.
El informe de Bruselas muestra que, a pesar de una mejora constante del nivel de vida en la UE, los jóvenes no se benefician de esta tendencia positiva como lo hacen las generaciones de más edad y sufren la carga de modelos de empleo "atípicos" y "precarios".
En el caso de España, el riesgo de sufrir pobreza o exclusión social afecta a un 27,9% de la población (algo menos que el 28,6% de 2015), mientras que a los jóvenes de la generación 'ni ni' esta amenaza toca al 14,6% de ellos.