La Comisión Europea ve que se acerca el 29 marzo, el día en el que Reino Unido dejará de formar parte de la Unión Europea. Y está fecha se acerca sin acuerdo. Por ello, Bruselas ha anunciado este lunes que pone en marcha un plan de preparación para las empresas, con especial atención a las aduanas y la fiscalidad indirecta (por ejemplo, el IVA).
"La campaña de comunicación puesta en marcha hoy forma parte de los esfuerzos que está realizando la Comisión para preparar la salida del Reino Unido de la Unión Europea sin un acuerdo", explica en un comunicado.
Bruselas considera que esta campaña ayude a informar a las empresas que deseen seguir negociando con el Reino Unido después del 30 de marzo sobre lo que deben hacer para garantizar una transición lo más fluida posible. "La preparación para el momento en el que Reino Unido se convierta en un país tercero es de vital importancia si se quieren evitar graves perturbaciones para las empresas de la UE", destaca la Comisión Europea.
El organismo detalla que para prepararse para una situación sin acuerdo y seguir haciendo negocios con el Reino Unido, estas empresas deben seguir tres pasos: valorar si tienen la capacidad técnica y humana, estudiar la obtención de diversas autorizaciones y, por último, ponerse en contacto con la autoridad aduanera nacional.
La preparación para el momento en el que Reino Unido se convierta en un país tercero es de vital importancia si se quieren evitar graves perturbaciones para las empresas de la UE"
La Comisión Europea ha puesto a disposición de las empresas una serie de documentos, incluida una simple lista de control con cinco etapas, en la que se ofrece una visión general de las medidas que deben tomarse. Esta documentación está disponible en todas las lenguas de la UE.
Riesgo inminente
El comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, señala que "el riesgo de un Brexit sin acuerdo aumenta a medida que nos acercamos al 29 de marzo, por lo que la Comisión Europea y las autoridades aduaneras nacionales están trabajando con ahínco a fin de estar preparadas para introducir exámenes y controles de las mercancías que circulen entre la UE y el Reino Unido".
Moscovici destaca que la Unión Europea se juega mucho con la capacidad de las empresas que comercian con el Reino Unido "para adaptarse rápidamente a las normas aduaneras que se aplicarán desde el primer día en caso de no alcanzarse un acuerdo", concluye.