Los depósitos inferiores a 100.000 euros serán los únicos que estarán totalmente protegidos ante futuros rescates bancarios. La Comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara ha aprobado que los grandes depositantes también tengan que pagar en el salvamento de los bancos, como adelantó hace un mes este medio. Así aparece en el texto de compromiso de la directiva de resolución bancaria que se aprobó, el pasado lunes, en Bruselas, según confirman fuentes comunitarias.
Los depósitos aparecen en el último grado de prelación en el ejercicio de 'burden sharing' (quitas), tras los accionistas, titulares de poductos híbridos y bonistas. De hecho, estas pérdidas se asumirán sólo como "último recursos" para la recapitalización de los bancos en los que estuviese ingresado ese pasivo. Bruselas quiere adoptar esta medida para limitar el impacto en la hucha del Fondo de Rescate (MEDE) de futuras crisis bancarias. De hecho, el MEDE será el último organismo en aportar fondos para la recapitalización de una entidad financiera.
Con esta salvaguarda, Bruselas quiere dejar perfectamente reglamentada la protección de los depósitos de menos de 100.000 euros para evitar discusiones políticas y sobresaltos para la ciudadanía como sucedió en la crisis de Chipre, cuyo primer plan de rescate incluía una tasa del 6,75% a las cuentas de menos de 100.000 euros.
El objetivo de la directiva de resolución bancaria -que todavía debe ser refrendada por el Ecofin- es que sean los accionistas y los acreedores, y no los contribuyentes los que paguen por futuros rescates bancarios. De hecho, fuentes comunitarias no descartan que incluso se puedan introducir diferentes grados de quitas en función de la cuantía del depósito.
"Son conversaciones de pasillo que pueden acabar en los papeles. Al final, un depósito de 105.000 euros está más cerca de otro de 99.999 euros que de 300.000 euros, por ejemplo", subrayan fuentes comunitarias.
En Bruselas no se descarta que se puedan introducir diferentes grados de quitas en función de la cuantía del depósito
“Este rango preferente concedido a los depositantes permitirá evitar pánicos bancarios y preservar la estabilidad financiera de un país, aunque lo fundamental es conseguir romper el vínculo entre crisis soberana y bancaria. Eso sólo se conseguirá con el mecanismo de resolución único”, explican estas fuentes desde Bruselas.
En el texto de compromiso de la directiva de resolución bancaria se deja patente que la intención de Bruselas es reducir al máximo el impacto de los futuros rescates bancarios para los contribuyentes. El dinero público sólo podrá utilizarse como último recurso, una vez que todo el capital se haya reducido a cero y la intervención de los contribuyentes sea imprescindible para evitar “efectos adversos significativos en la estabilidad financiera” o “proteger el interés público cuando el banco haya recibido previamente asistencia en forma de liquidez del banco central”.
La nueva norma obliga a todos los Estados miembros a crear fondos de resolución prefinanciados con tasas que se cobrarán a la banca. La prefinanciación deberá alcanzar el 1,5% de los depósitos cubiertos. El texto estipula que los fondos nacionales no estarán obligados a prestar ayuda a otros Estados miembros incluso aunque reciban solicitudes en este sentido. De hecho, los europarlamentarios se oponen a que el futuro fondo de garantía de depósitos se utilice para financiar rescates bancarios, tal y como preveía la propuesta original de Bruselas.
El Parlamento Europeo reclama que la directiva que castigará a los depósitos de más de 100.000 euros entre en vigor ya en enero de 2016, dos años antes de lo que propone la Comisión y apoyan países como España y Francia. El texto de compromiso, que se votó el lunes por la noche, recibió un amplio apoyo con 39 votos a favor, 6 en contra y ninguna abstención y servirá de base para las negociaciones con los Gobiernos.