Economía

Los supervisores alertan de la burbuja del crédito al consumo: alcanza niveles de 2008

Ante el repunte de los préstamos al consumo, los supervisores piden que los bancos sean más estrictos a la hora de conceder préstamos para la financiación de automóviles, electrodomésticos u otros bienes

  • Banco de España.

El repunte del crédito al consumo, que en el segundo trimestre del año alcanzó cotas precrisis, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los supervisores bancarios, junto a la escasa rentabilidad y al poco capital de las entidades. A las advertencias de la Comisión Europea y del Banco de España, se unió la semana pasada la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que pidió reforzar la vigilancia sobre los criterios de concesión de préstamos para la compra de automóviles, electrodomésticos o dispositivos tecnológicos, entre otros bienes.

Según los últimos datos disponibles del Banco de España, entre los meses de abril y junio de 2018 se concedieron créditos al consumo por importe de 9.112 millones de euros, lo que supone un récord desde el tercer trimestre de 2008, cuando la cifra alcanzó los 9.332 millones. Respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, la nueva concesión de créditos al consumo registrada en el segundo trimestre de 2018 se elevó un 25%.

Y es que los bancos ven en el crédito al consumo una fuente alternativa de ingresos en un entorno de bajos tipos de interés, pues el precio de este tipo de créditos es muy superior al de las hipotecas. Por ejemplo, a cierre de agosto el precio medio de los préstamos al consumo se situó en el 8,92%, frente al 2,28% de los préstamos para la compra de vivienda y el 4,46% de crédito para 'otros fines'.

Tal ha sido el repunte de este tipo de préstamos, que en los primeros seis meses de 2018 se concedió más crédito al consumo que en todo 2014, con 17.021 millones frente a 16.331 millones.

El BdE pide "cautela" 

Precisamente, el viernes pasado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, pidió "cautela" en la concesión de este tipo de créditos para que no pasen a convertirse en una fuente potencial de pérdidas. "(El alza del crédito al consumo) podría estar poniendo de manifiesto una relajación en los criterios de admisión y selección de riesgo que, como la experiencia histórica demuestra una y otra vez, se acaban traduciendo en aumentos notables de la morosidad", advirtió.

Sin embargo, esta no ha sido la única advertencia al respecto que se ha realizado desde el número 522 de la madrileña calle Alcalá. En un recuadro de su último informe trimestral, el Banco de España recordó que estos préstamos, a pesar de que solo suponen un 5% de la cartera crediticia de los bancos, no cuentan con garantías -salvo los destinados a la compra de vehículos-, lo que eleva el riesgo al que se enfrentan las entidades.

"Para minimizar estos riesgos es importante que las decisiones de los oferentes y los demandantes de fondos que subyacen al dinamismo del mercado de crédito al consumo se basen en unas expectativas prudentes sobre la capacidad de repago de esta deuda", recomendó el organismo, que viene a pedir a la banca que estudie bien a quién está prestando el dinero, para asegurarse de que se lo devuelven y así evitar errores del pasado.

Crecimiento a doble dígito

En el primer semestre de 2018, los principales bancos españoles crecieron a doble dígito en este segmento de negocio. Bankia lideró el repunte con un avance interanual del 30,5%, seguido de Bankinter (+26,1%), BBVA (+24%), Santander (+20%), CaixaBank (+16%) y Sabadell (+12,5%), según datos recopilados por Expansión a raíz de información facilitada por las entidades.

Bruselas y el Banco Central Europeo (BCE), en el informe periódico que realizan desde el rescate, también señalaron a comienzo del verano que las entidades deberían vigilar de cerca el repunte del crédito al consumo. 

Por el momento, el stock de créditos al consumo se encuentra en niveles similares a los de 2006, en 180.244 millones de euros -un 5,2% más que hace un año-, según datos a cierre de agosto. Aún está lejos de los 228.902 millones alcanzados en junio de 2008 y, en cualquier caso, el BdE subraya que, a diferencia de lo que ocurrió antes de la crisis, el repunte actual está liderado por la financiación de bienes duraderos.

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