Caixabank estudia afrontar el coste de los miles de despidos con el badwill, el fondo de comercio negativo que resultará de comprar Bankia a un precio inferior a su valor en libros, según fuentes financieras consultadas. Aún se desconoce si dicho badwill será suficiente para hacer frente a la totalidad de los despidos o si se utilizara en esta partida, pero todo parece indicar que así será.
Esta misma teoría es la que defiende Moody's. "Si el trato se cerrara a un precio de compra por debajo del valor en libros, el adquirente -Caixabank- se beneficiaría de la creación de badwill que podría absorber los costos de reestructuración potenciales", señala la agencia de rating en un informe.
Sea como fuere, de salir adelante esta fusión, la entidad tendrá que hacer un severo recorte en su plantilla pues contaría con una fuerza laboral de 51.536 trabajadores. Del total, el mercado cuenta con un excedente de unos 8.000 o 12.000 empleados. Esto no quiere decir que el banco vaya a realizar un expediente de regulación de empleo (ERE) por esta misma cifra, pero sí se tendrá realizar un ajuste para poder reducir dicho número.
La lucha y las negociaciones con los sindicatos no serán fáciles, pues al menos, por el lado de Caixabank tienen aún muy reciente el último ERE, que se llevó por delante a 2.023 personas. El banco que preside Jordi Gual cuenta, al cierre del primer semestre de 2020, con 27.500 empleados en España. Del total, 12.317 son hombres y 15.183 son mujeres.
Bankia, por su parte, realizó una reestructuración, aunque menos agresiva, tras integrar a BMN dentro de su estructura. De las 2.000 bajas previstas, 1.587 fueron amortizaciones de puestos trabajo, frente a los 1.602 fijados anteriormente. Al no tener presencia en mercados extranjeros toda su fuerza laboral se sitúa en España. Eso quiere decir que cuenta con 15.947 trabajadores en nuestro país. El banco no desglosa la cifra por sexos.
Operación exprés
De la unión del tercer y cuarto banco del país resultaría un gigante de un valor en activos superior a los 650.000 millones de euros, pero con presencia sólo en España y Portugal. Ambas entidades cuentan con pocas sinergias pues sus mercados se concentran en las mismas regiones, lo que conllevaría a un fuerte proceso de reestructuración y previsiblemente a uno de los ajustes de plantillas más severos del sector en nuestro país, señalan las fuentes consultadas.
Respecto a la participación en la entidad que resultaría de esta operación, el Estado diluiría su porcentaje en Bankia del actual 61% hasta entre el 14% y el 18, lo que situaría al FROB como segundo mayor accionista, solo por detrás de la Fundación La Caixa, que tendría en torno a un 30%, según las fuentes consultadas por este diario.