Banco Popular es un hervidero de rumores. Emilio Saracho negocia con bancos e inversores internacionales una solución para el banco, que se tomará pronto pero que todavía es incierta.
Se está trabajando en tres frentes. La línea principal de trabajo es la venta de Popular a un competidor. Santander es el que más papeletas tiene, aunque los expertos consultados por este medio descartan que este grupo vaya a presentar una oferta muy alta. Bankia tiene complicaciones temporales ya que Bruselas no le dejaría comprar hasta finales de año. Y BBVA se retiró aunque puede ser un mus negro.
La segunda línea de trabajo es la venta de activos tóxicos para despejar el camino de los bancos interesados. Para ello, están hablando todos con todos, y se estudia que los compradores presenten ofertas conjuntas con fondos oportunistas.
La tercera línea de trabajo es la ampliación de capital. Lejos de descartarse, Popular ha contratado para ello a Morgan Stanley. Y tiene el apoyo de los mexicanos Del Valle.